En Supercurioso nos gusta fijarnos en los cambios físicos y psicológicos que hacemos las personas. A lo largo de nuestra vidas todos crecemos y aprendemos. Cuando llegamos a los 20 y empiezan a pasar los años, nos damos cuenta de que hemos evolucionado y nos sorprendemos a nosotros mismos.

Acompáñanos a descubrir 20 de estos cambios y comprueba si tú compartes alguno.

1.¿Hay algo peor que un adolescente?

Has dejado de soportarlos y te sientes bastante cohibido al recordar algunas cosas que hacías durante esa época de tu vida, hace tan y tan poco.

adolescentes

2. ¿Ir a dormir pronto? ¡Sí!

Quién te iba a decir que una costumbre que te parecía tan poco atractiva y sofisticada llegaría a ser, incluso, un lujo para ti.

3. Nos vemos… ¿en breve?

Encontrar una fecha para verte con tus amigos se ha convertido en un verdadero esfuerzo, pero debes hacerlo. Cuesta, pero merece mucho la pena.

Grupo de amigos

4. Ir al gimnasio… Buf…

¿Despertarte y prepararte para una dosis de ejercicio ideal para empezar bien el día? ¡No! ¿No se suponía que la edad me haría asumir mejor el sacrificio? Madurez, ¿dónde estás?

5. Salir de jueves a martes, como Descartes

Resumiendo: resaca. ¿Cómo pude aguantar este ritmo? ¡Analgésicos, doctor!

6. ¡Sacadme de este antro!

No hay asientos, apenas oyes lo que te dicen y lo único que puedes hacer es bailar. ¿Podemos ir a otra parte? A algún sitio en el que podamos conversar, beber algo y sentarnos tranquilamente.

antro

7. ¡Eh! ¡No estáis tan mal!

Por alguna extraña razón, de pronto, pasar algún tiempo con tus padres te parece un buen plan. ¿Qué ha cambiado?

8. “Los adultos lo saben todo”

Cambio de filosofía, ahora eres uno de ellos y, francamente, ha quedado más que claro que nadie sabe nada.

9. Tener muchos amigos no significa que lo sean de verdad

Empiezas a valorar a los verdaderos amigos y prefieres contarlos con los dedos de una mano que tener una corte de “amigos de Facebook” en los que, en realidad, no puedes confiar.

10. ¿Por qué no invertí más tiempo en estudiar?

Ahora te das cuenta de que si hubieras hecho o te hubieras esforzado más en aquellos deberes y trabajos, actualmente serías muchísimo más culto.

Estudiante estudiando y fumando

11. ¿Esto pasaba en esa peli?

Es extraño, pero repasando las películas y libros que veías de pequeño te das cuenta de que los mensajes que transmitían ahora te parecen bastante discutibles.

12.“¡Viviré de mi pasión!”

Antes estabas muy seguro de ello. Ahora valoras una oportunidad de oro como esta. ¡Es tan difícil conseguir un trabajo haciendo de aquello que te gusta de verdad!

13. ¿Y tú me parecías atractivo?

Aquellas cosas que te parecían “sexy” de otras personas se han vuelto irrelevantes, incluso molestas. Ahora valoras otro tipo de cualidades.

Aaron Carter

14. ¡No quiero enseñarte mi DNI, soy más que adulto/a!

Te lo han vuelto a pedir. Antes te sentías orgulloso/a de poder enseñarlo, ahora te da muchísima pereza tener que sacarlo de la cartera… una vez más.

15. ¡A mí también me duele aquí!

Vaya, las conversaciones de adultos han llegado a tu grupo de amigos. Te duelen partes del cuerpo, de pronto y sin explicación: rodilla, cadera… ¡Esto antes no ocurría!

16. La casa no se limpia sola, hay que hacer algo.

Ante no importaba, pero ahora te das cuenta de que no se puede vivir en según qué condiciones. Los platos no se lavan solos y si te descuidas y no lavas la ropa, tendrás que sacar tus trapitos de adolescente para salir a la calle. ¡Menudas pintas!

Platos sucios

17. ¡Todos son más jóvenes que yo!

Enciendes el ordenador o la televisión y te das cuenta de algo: el “famoseo” más «in» empieza a tener menos años que tú. ¡Ya son celebridades! ¿Y dónde estoy yo?

18. ¡Largo de aquí, maldito pelo!

Acostúmbrate, el vello de tu cuerpo se ha vuelto un poco loco y  aparecerá cuando menos te lo esperes y en los sitios más insospechados. Estate alerta, hay folículos rebeldes y hay que combatirlos.

19. ¡Viajar, qué maravilla!

Por fin lo has visto: el mundo es extensísimo, ¡hay tanto que ver!. Se te ha despertado el espíritu viajero. ¡Quién tuviera más dinero y vacaciones!

20. Cocinar, algo necesario y… ¡bastante chulo!

Al fin has conseguido no provocar un incendio cada vez que entras en la cocina, de hecho… no está tan mal esto de cocinar… Es más, quizás invite a alguien para que pruebe lo que he aprendido a hacer…

Joven Cocinando

En realidad, puede que hayas madurado un poco.

Y tú, ¿te has sentido identificado con alguno de estos puntos? ¿Conoces alguno nuevo que quieras compartir con nosotros? ¡Desde Supercurioso te deseamos una feliz veintena!

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