La reencarnación es un tema polémico, tanto si crees como si no. Lo que salta a la vista es que hay cosas para las que todavía no tenemos explicaciones o, al menos, alguna que logre satisfacer las mentes más escépticas. Dejando a un lado el hecho de si existe o no la reencarnación, te presentamos un extraño acontecimiento, por decir lo menos, que involucra a una niña y a una reencarnación del Antiguo Egipto. En efecto, nació a principios del siglo XX una niña inglesa llamada Dorothy Eady. Habría sido una más de su generación, a no ser por un pequeño y perturbador detalle. La niña puede haber sido la reencarnación de Omm Seti. Acompáñanos en Supercurioso a conocer esta rara historia.

¿Quien fue Dorothy Eady?

Dorothy Eady Supercurioso

Reencarnación del Antiguo Egipto. Suena interesante, pero… ¿Es posible? Obviamente, para quien cree sí. Para quien no, resulta mucho más difícil poder explicar lo que le ocurrió a Dorothy Eady, una chica nacida en Inglaterra en 1904. Tenía apenas tres años cuando cayó por las escaleras de su casa y se dio un golpe tan fuerte que quedó inconsciente. El médico de la familia la atendió de inmediato, declarándola muerta. Al volver, una hora después, para comenzar los arreglos del cuerpo, su sorpresa fue mayúscula al encontrarse a Dorothy jugando, tan tranquila.

Para ese momento a nadie le pasó por la cabeza la idea de que la pequeña podría ser la reencarnación de Omm Seti, así que lo realmente raro vino después. La pequeña Dorothy Eady comenzó a tener sueños recurrentes. Hablaba de un edificio muy grande con columnas, y a menudo lloraba pidiendo “ir a casa”. Un buen día, un año después de aquel accidente, sus padres la llevaron al Museo Británico. La pequeña, de escasos 4 años, al entrar en las salas egipcias se soltó de su madre y corrió al pie de las grandes estatuas para besarles los pies.

Contentísima, decía que ésa era su casa y su gente. A partir de allí, mostró un interés creciente por Egipto y su cultura. En el propio Museo recibió de Ernest Wallis Budge las nociones para leer jeroglíficos. Comenzó a estudiar Egiptología hasta 1930, fecha en la que logró viajar al país africano. Allí se casó con un estudiante egipcio con quien tuvo un hijo, al que llamó Seti. Sería quizás el momento clave en la construcción de la leyenda de que Dorothy Eady representaba la vuelta a la vida de una figura egipcia. Para ella misma fue variando entre ser la reencarnación de Omm Seti, pues a partir del parto comenzó a llamarse a sí misma de esta forma. También llegó a creerse la reencarnación de la sacerdotisa Bentreshyt.

1. La reencarnación de Omm Seti o de la sacerdotisa Bentreshyt

Dorothy Eady fue una mujer sin duda peculiar, tomada por las leyendas de la antigüedad más profunda. Recién dada a luz de su único hijo, defendió ser la reencarnación de Omm Seti, pero al tiempo se identificó también con la figura de Bentreshyt, sacerdotisa y sirvienta de la corte de Seti I, hijo de Ramsés I y Sitra y segundo faraón de la dinastía XIX. La parte más interesante es que, además de sacerdotisa, la historia de Bentreshyt revela que era también amante del faraón, y según escribe en sus diarios, tuvo encuentros amorosos nocturnos con Seti I.

2. El avance de su carrera como egiptóloga

El matrimonio de Dorothy Eady, del que nacería su único hijo, fue bastante breve. Luego de separarse se mudó a la ciudad de Abidos, donde vivió desde 1954 hasta su muerte en 1981. Allí trabajó con los egiptólogos Selim Hassan y Ahmed Fakhry, demostrando una gran pericia y extraordinarios conocimientos. Fue la primera mujer empleada en el Consejo Supremo de Antigüedades egipcio, donde se desempeñó como asistente de investigación arqueológica.

Dorothy Eady, la reencarnación de Omm Seti o de la sacerdotisa Bentreshyt, no era una mujer desquiciada o loca. Todos los que trabajaron con ella durante décadas jamás la catalogarían de esa manera. Era perfectamente cuerda para todos, aparte del hecho de que insistía en ser una reencarnación del Antiguo Egipto. Era impresionante, porque sus descubrimientos arqueológicos los hacía, según ella, basándose en su memoria, y no en intuiciones o investigaciones. Por supuesto que sus colegas no le creían, dudaban de su historia, pero los descubrimientos apabullantes los dejaban sin palabras y sin argumentos. Luego de las consabidas burlas, dejaron de juzgarla y guardaban un sabio silencio.

3. Misterios difíciles de explicar sobre los hallazgos de Dorothy Eady

la reencarnación de Omm Seti Supercurioso

Hablar de si existe la reencarnación o no es un tema de enorme polémica, en el que no queremos profundizar en este momento. Pero en el caso de Dorothy Eady hay realidades cuya explicación escapa a toda racionalidad. La que creyó ser la reencarnación de Omm Seti, o de la sacerdotisa Bentreshyt, fue capaz de localizar con exactitud un jardín adjunto al antiguo Templo de Seti I. Omm Seti insistía en que el mencionado jardín era real –aunque para un egiptólogo es bien sabido que la mayoría de los templos egipcios ostentaban tales jardines–, y fue capaz, contra todo pronóstico, de ubicar el lugar exacto donde había que hacer las excavaciones y donde encontrarían las ruinas.

Asimismo, predijo que se encontrarían con un túnel por debajo de la parte norte del templo, el cual consiguieron en una siguiente excavación. Todos estos sucesos no se justifican ni en el más estudioso de los egiptólogos. Hasta ahora, una de las últimas afirmaciones de Dorothy Eady (“debajo del templo de Seti I hay una bóveda secreta que contiene una biblioteca con registros históricos y religiosos ocultos”) aún no ha sido confirmada. Lo cierto es que el templo de Seti I en Abidos fue el mismo que ella vio en sus sueños infantiles.

4. Otro casos de reencarnación

Definir si existe la reencarnación no sería posible sin testimonios reales, en los que personas de todas las edades en el mundo cuentan su experiencia. En Supercurioso, hemos trabajado algunos de estos casos, por ello te los dejamos acá para que los puedas consultar. Créenos, cada caso es realmente particular…

Dependiendo de cómo se vea, la idea de la reencarnación puede ser absurda o, al contrario, completamente lógica, pero sea lo que sea no es fácil, muchas veces, lograr explicar estos casos desde una visión “científica”. Parafraseando a Carl Sagan, el hecho de no poder explicar algo no significa que no tenga explicación. Así que cada uno decidirá en qué creer. Y si eres de aquellos que apuestan a creer en esta poco convencional idea, te invitamos a disfrutar del artículo en el que te contamos sobre las pruebas físicas de reencarnaciones. ¡Alucinante! Y si te interesa este enigmático país africano, disfruta de las mejores curiosidades de Egipto.