Si eres algo cinéfilo/a, seguro que has oído hablar de la tormentosa relación que el director Alfred Hitchcock, conocido como el amo del suspense, mantuvo con todas las actrices protagonistas de sus films. Una relación que rayaba en la obsesivo, llegando al acoso a sus jóvenes, rubias y elegantes actrices. Algunas guardaron una buena relación con el director, a quien llegaron a ver como una figura paterna mientras él se enamoraba platónicamente de ellas, mientras otras se sintieron absolutamente dominadas, controladas y acosadas. En este artículo te mostramos quiénes fueron las damas de Hitchcock y cuál fue su relación con el carismático director.

Las damas de Alfred Hitchcock: historia de una obsesión

Según recoge Donald Spoto en el libro “Las damas de Hitchcock” (2008), el director siempre buscó actrices de belleza clásica y distante que transmitiesen cierto halo de misterio y pareciesen inalcanzables al espectador. Inalcanzables para todos menos para el propio Hitchcock, quien se transformaba en una persona controladora y obsesiva. Entre las damas de Hitchcock se encuentran:

  • Joan Fontaine, pese a ser muy tímida y con poca experiencia, Hitchcock se decantó por Joan para interpretar el papel protagonista de “Rebeca”(1940). Su control sobre la actriz fue absoluto, agudizándose la inseguridad y timidez natural de la actriz, algo que logró que la desconfianza y tensión que debía transmitir la protagonista fuesen de lo más real. La actitud del director hacia los actores consiguió que los actores no se cayeran bien durante y al final del rodaje, algo que vino muy bien a la película, pero que Fontaine no recordaba como algo positivo para ella. Su actuación no fue todo lo brillante que se esperaba y tuvo que añadir frases durante el montaje final y se recortaron algunos de sus planos.
    Ingrid Bergman, fue uno de los amores platónicos del director y mantuvieron una relación cordial hasta la muerte del director. La actriz, cuyo primer matrimonio atravesaba una profunda crisis, se convirtió en una obsesión para el director, quien llegó a fantasear con conseguir su amor, algo a lo que actriz se negó. Pese a ello, ambos conservaron su amistad y ella fue protagonista de tres de sus mejores películas: “Recuerda”(1945), “Encadenados” (1946) y “Atormentada” (1949).
  • Grace Kelly. La bella actriz fue otro de los grandes amores platónicos del director. Fue una de sus musas más cuidadas y mimadas. Así, en la primera película que rodaron junto, “La ventana indiscreta”(1954), Hitchcock detalló cómo quería que fuesen todos los vestidos que luciría la actriz en el film. Su intención era que ella pareciese inalcanzable, con vestidos de colores y estilos que la hiciesen parecer una figura de porcelana.
La belleza y glamour de Grace Kelly la ha convertido en un icono.
La princesa Grace de Mónaco en la película Atrapa a un ladrón, 1955. Alfred Hitchcock
  • Vera Miles. La protagonista de “Falso culpable” (1956) parecía la sustituta ideal de Grace Kelly y así fue considera por Alfred Hitchcock. Pero no llegaron a entenderse y ella nunca se consideró una de las musas del director. Hitchcock dijo de ella que dirigiéndola se sentía igual que con Grace ya que ella también tenía estilo e inteligencia. EL desencuentro quizá pudo deberse a la tozudez de Vera para dejarse moldear al estilo del director.
    Kim Novak. Con ella rodó una de sus mejores películas, “Vértigo”(1958), siendo la elegido por quedarse Vera Miles embarazada y no poder rodarla. El director y Kim Noval tuvieron roces por el vestuario. Hitchcock, que había planificado hasta el más mínimo detalle de la película, deseaba que se pusiese un traje de chaqueta gris con zapatos de tacón de color negro, algo a la que la actriz se negaba, prefiriendo los de colores blanco o púrpura. Al final llegaron a un acuerdo y el director moldeó la actuación de la actriz.
  • Janet Leigh. Con ella rodó una de sus películas más emblemáticas, “Psicosis”(1960), y una de las que más ha dado que hablar en lo que a las escenas del film se refiere, especialmente la famosa escena de la ducha y sí Alfred Hitchcock le había pedido a la actriz que rodase la escena original desnuda, algo que la actriz siempre negó, como también se negó a rodar más planos de la escena desnuda para la versión europea.
  • Tippi Hedren. Pero quizás la relación más obsesiva fue la que mantuvo con esta joven e inexperta actriz de la que se encaprichó al verla en un anuncio televisivo. Tippi, de 34 años, estaba divorciada y tenía ya una hija, la luego famosa Melanie Griffith. Hitchcock se obsesionó con la joven y ella se sentía siempre insegura por su inexperiencia frente a las cámaras. Su obsesión llegó a tal punto que prohibió que su hija fuera a verla al rodaje de “Los pájaros” (1963), la espiaba cuando salía del estudio e impedía que nadie la tocase cuando no se estuviese rodando.

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