Suponer que los horarios laborales están pensados para que puedas cubrir los objetivos de cada día, es casi con certeza un error; los horarios actuales son resultado de luchas sindicales, contratos colectivos y conquistas gremiales, y generalmente tienen poca relación con la actividad que se realiza y con las metas que se pretenden alcanzar.

Por eso no es de extrañar que en muchos empleos la carga de trabajo nunca sea equilibrada y tienda a haber demasiado trabajo o muy poco.

Demasiado trabajo o muy poco: cómo hablarlo con tu jefe

Tu jefe no deja de asignarte actividades sin parar, el tiempo no te da para cumplir con tantas responsabilidades y te ves obligado a quedarte después de cumplir el horario, o a trabajar los fines de semana y a ocupar el tiempo que deberías tener para descansar o compartir con tu familia y amigos. Situaciones como ésta, muy comunes en el actual mercado laboral mundial, pueden llevarte al colapso o a un mal desempeño, que podría terminar en renuncia o despido.

Demasiado trabajo o muy poco: cómo hablarlo con tu jefe

Por el contrario, pasas gran parte de la jornada laboral sin hacer nada, navegando distraídamente por la red o matando el tiempo de cualquier manera porque la carga de trabajo es muy baja. Quizás no veas esto como un problema –¿por qué habría que considerar trabajar poco un problema?–, pero el tedio por no hacer nada eventualmente podría llevarte a cometer errores, y también podría hacer que tu jefe considere tu puesto como prescindible.

Demasiado trabajo o muy poco: cómo hablarlo con tu jefe

Para ambas situaciones, la escritora y orientadora profesional Sara McCord considera que la solución pasa por hablar con tu jefe, pero no de cualquier manera, porque abordar ambos aspectos de la carga laboral de un modo equivocado podría terminar con resultados no deseados.

En el caso de la sobrecarga de trabajo, no puedes decirle directamente a tu superior que es demasiado trabajo o que no tienes tiempo para hacerlo; sino enfocarlo de un modo positivo, tratando de analizar con el jefe por qué parece acumularse tanto trabajo, si acaso no habría que ampliar el equipo, o cambiar los procedimientos para que la actividad fluya mejor. Es fundamental que tengas claras las alternativas antes de plantear la conversación.

trabajar en grupo

En la situación opuesta, la de poco trabajo, después de evaluar tus opciones podrías pedir capacitación para pasar a otro nivel de tu trabajo que te plantee mayores desafíos, que te incorpore a otro equipo de trabajo o que te asigne nuevas responsabilidades.

En ambos casos no es probable que consigas una solución a tu problema en una sola conversación, pero podría ser el inicio de un proceso que te llevará a un futuro laboral más prometedor. ¿Te encuentras en alguna de estas dos situaciones?

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