Ya sabéis que nos encanta mostraros lugares insólitos y curiosos, como los presentados en el artículo «Lugares embrujados: el Castillo de Edimburgo«. Hoy, siguiendo esta línea de artículos, queremos presentaros uno nuevo y curioso: El Templo de las ratas en la India.
El templo de las Ratas en la India
Es el templo de Karni Mata con una antigüedad de 600 años y se encuentra en la ciudad de Deshnoke, en el estado de Rajastán. Es uno de los templos más curiosos de toda la India porque sus habitantes no son otros que unos 30.000 especímenes de ratas, que campan a sus anchas por todos los rincones del mismo.
Según los habitantes de Deshnoke, las ratas son reencarnaciones de la mismísima Karni Mata y los primeros que siguieron a esta diosa. Por este motivo a las ratas se las quiere, se las mima y se las cuida en el templo. Es tal el respeto que se le tiene a cada una de las ratas que si alguien mata a una accidentalmente o queriendo, tiene que reemplazarla por un réplica en oro o plata para eximirse de su culpa.
Para visitar este templo realmente hay que estar preparado mentalmente porque como en el resto de templos de la India hay que entrar descalzo, tener cuidado con no pisar ninguna de las miles de ratas de las que estarás rodeado y tener en cuenta que, a lo largo del templo, irás pisando orines y excrementos de las ratitas y que el olor es un tanto nauseabundo.
Las ratas están más que bien cuidadas y alimentadas. En las paredes de los muros hay pequeños huecos y agujeros para que puedan pasar de una habitación a otra sin problema y son alimentadas con leche, dulces y cereales que donan los fieles.
Eso sí, según la creencia popular si encuentras una rata blanca estás ante la mismísima reencarnación de Karni Mata o de alguno de sus familiares y tendrás la mayor de las suertes, así es que los hindúes están todo el rato mirando a ver si encuentran una.
¿Quién fue Karni Mata?
Para los hindúes Karni Mata fue una mujer excepcional que vivió en el s.XIV. Era una reencarnación de Durga, la diosa del poder y de la victoria. El templo fue creado después de su misteriosa desaparición en su propia casa.
Según cuenta la leyenda, Karmi Mata pidió al Dios Yama, el dios de la muerte, que devolviera la vida al hijo de un trovador que había muerto en circunstancias terribles, pero el Dios no se lo concedió y ella se quiso vengar de él reencarnando a todos sus seguidores muertos en ratas y así privar a Yama de esas almas humanas.
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