El café, mmmmmm, ¿qué haríamos sin él? Esta bebida es tan misteriosa en sus orígenes como extendido es su consumo por todo el globo. La verdad es que nadie sabe a ciencia cierta de dónde viene, aunque la teoría más extendida es que su origen está en Etiopía, concretamente en el Reino de Kaffa, de donde probablemente venga también su nombre. Se dice que allí, un pastor de cabras llamado Kaldi, descubrió las propiedades energizantes de unos frutos que comían sus animales y, animado por su hallazgo, le llevó una cuantas a un monje para que pudiera observar también sus propiedades. Sin embargo, el monje, encolerizado las arrojó al fuego. Al cabo de unos segundos empezó a salir un aroma tan agradable que rápidamente sacaron los granos y los mezclaron con agua, preparándose así el primer café de la historia.

Lo mejor para despertarse: el aroma de un café recién hecho

Y entendemos a la perfección tal descubrimiento porque, te guste o no el café, ¿quién puede decir que su olor no es delicioso? Pues esa es la idea de la que debió de partir Joshue Renouf para inventar su despertador cafetera. Sí, sí, como lo oyes, despertador y cafetera al mismo tiempo, ¿qué mejor manera de despertarse que cambiando los horribles timbrazos de tu despertador por el aroma de una café recién hecho?

La máquina ha sido bautizada como The Barisieur y, aunque no es baratísima (¡sobre todo teniendo en cuenta que es un despertador!), creemos que será el regalo perfecto para los amantes del café; podremos adquirirla por entre 190 y 315 euros.

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Este original despertador une, aunque parezca contradictorio, el movimiento slow con el café. Nos propone que creemos un verdadero ritual de paz y tranquilidad en el que nos acostemos preparando todo lo necesario para nuestro despertar aromático; tendremos que echar agua y café -también leche, si lo tomamos así- en el depósito correspondiente, programarlo como cualquier despertador convencional y relajarnos.

Unos minutos antes de la hora prevista para comenzar nuestra jornada, un complejo mecanismo compuesto por una serie de bolas de acero inoxidable se pondrá en acción, haciendo hervir el agua por inducción. Así, una vez que el agua hierva, empezará el aluvión de aromático del café que será, quien poco a poco, nos despierte con la naturalidad suficiente para prepararnos para la jornada siguiente. En conclusión y, tal y como nos comenta el diseñador de esta original cafetera, inventos lentos para vidas rápidas.

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¿Y a vosotros qué os parece? ¿Creéis que el aroma del café conseguiría levantaros de la cama después de salir de fiesta? ¿No os gustaría poder levantaros de manera tan natural todos los días? ¿O preferís empezar el día a tope tomándoos el café matinal en compañía de una pitón? ¡Contadnos!