Todos conocemos las graves desigualdades presentes en nuestro mundo. No deja de llamarnos la atención por ejemplo que la mitad de la riqueza mundial esté en el 1% de la población, y que sean solo estos pocos quienes gozan de gran parte de los beneficios económicos de nuestro planeta. Pobreza, decadencia, cambio climático, revueltas sociales… ¿Qué está pasando en la actualidad? ¿Es quizá el progreso sinónimo de decadencia? Parece ser que este declive es bastante acentuado puesto que un reciente estudio de la mismísima NASA nos habla ya de que el fin de la humanidad puede estar más cerca de lo que pensamos.

Un mundo con demasiadas diferencias

Tal alarmante estudio ha sido realizado por el Goddard Space Flight Center de la NASA. Las conclusiones se publicaron hace poco por el diario británico The Guardian. Lo que nos vienen a decir casi sin anestesia es que nuestra civilización y modo de vida es tan insostenible que, a este paso, corremos el riesgo de «colapsar».

El cambio climático o “la explotación insostenible de los recursos”, van al mismo compás que la desigualdad económica, una desigualdad tan sangrante que según este estudio solo puede estar controlada y planeada por una élite de personas situadas en las más altas esferas. A modo de «Gran Hermano».

Pero ¿Cómo han llegado a semejantes conclusiones? Según ellos mismos nos explican, el método de análisis es de carácter multidisciplinar y se basa en el modelo Handy (acotación en inglés de Human and Nature Dynamics). Una estructura analítica centrada ante todo en tres dimensiones: población-clima- energía. Estos tres monstruos de nuestra actualidad imprescindibles para la vida y la continuidad de cualquier civilización parecen estar en guerra en una batalla sin fin e incomprensible.

desigualdades-sociales
Imagen enr epresentación de las desigualdades sociales

Nuestra sociedad está claramente estratificada en dos bandos, las élites (ricos) y las masas (pobres). Mientras, explotamos sin piedad ni raciocinio nuestros recursos y la energía. Además, el avance tecnológico tampoco ayuda nada. A medida que desarrollamos más nuestros ordenadores o los componentes de nuestros móviles, coches o electrodomésticos, apuramos aún más nuestras industrias y la explotación de más energías. ¿Hasta donde podemos llegar con nuestras ansias consumistas? ¿Se suavizará algún día esta abismal diferencia de clases?

A través de una serie de algoritmos, el equipo de investigadores científicos de este estudio de la NASA nos dice que para conseguir algún cambio y evitar así el colapso o el fin de la civilización se necesitaría un cambio drástico del actual modelo político. Seguramente habrás esbozado una sonrisa escéptica al leer esto, y pensarás también que para llegar  a esta obvia conclusión tampoco se necesitan cerebros muy sesudos y complejas teorías algorítmicas. Es una realidad. A más desigualdad, menos recursos para la población. A mayor explotación ambiental y humana, mayor riesgo para el equilibrio del planeta y para nosotros mismos. Sin lugar a dudas la tormenta perfecta para intuir ya un futuro realmente tenebroso.

¿Cabe entonces alguna esperanza?