Cualquier batalla es un sinsentido, pero a lo largo de la historia ha habido muchas que han rozado lo absurdo. Por el motivo que las desencadenó, por el desenlace, por los medios empleados o por su duración, hay batallas que demuestran que a veces la estupidez humana no tiene límites. ¿Quieres conocer algunas?

Las 5 batallas más absurdas de la historia

Hay muchos más ejemplos, pero sin duda, los que hemos elegido te van a dejar sin palabras. Enfrentamientos completamente irracionales y, a veces, rozando lo cómico.

1. Una batalla de un solo bando

A finales del siglo XVIII los enfrentamientos entre austriacos y otomanos eran constantes. El 17 de septiembre de 1788 se desencadenaba una de las batallas más absurdas de la historia, la de Karánsebes. El ejército austriaco se atacó a sí mismo, tan simple como absurdo.

Todo comenzó con una avanzadilla que, en lugar de enemigos, encuentra a unos gitanos que les venden unos barriles de aguardiente. Una tremenda borrachera y otro contingente de tropas que llega a la zona y quiere sumarse a la fiesta. Una pelea por el alcohol, un disparo al aire, un grito diciendo que son los turcos y todo un ejército disparando sin sentido. Resultado: 10.000 muertos, y todos del mismo bando.

2. La guerra más corta

Seguro que no has oído hablar de la guerra anglo-zanzibariana. No es extraño duró ¡45 minutos! Sí, es la batalla más breve de la historia. Tuvo lugar el 27 de agosto de 1896 ¿El motivo? Un golpe de estado del nuevo sultán de Zanzíbar, que se atrincheró en su palacio con casi tres mil hombres.

Guerra anglo-zanzibariana

Hay que tener en cuenta que en aquella época Gran Bretaña debía dar su aprobación al nuevo sultán, y este no era precisamente del agrado de los ingleses, que no lo dudaron: lanzaron a su todopoderosa Marina contra el palacio. En menos de una hora lo habían reducido casi a escombros. Batalla corta pero sangrienta: murieron 500 soldados zanzibarianos.

3. Un gran despiste

Era junio de 1898. España y Estados Unidos acababan de entrar en guerra. El USS Charleston llegó a la todavía isla española de Guam para bombardearla. Pero no tuvieron demasiada puntería, las bombas sobrevolaron la capital y cayeron lejos.

USS Charleston

Pero no fue esta la razón de que este ataque se convirtiera en una de las batallas más absurdas de la historia, fue otra bien distinta. El gobernador de la isla, creyendo que eran salvas, ni corto ni perezoso, se subió a una lancha a dar la bienvenida a los recién llegados. Atónitos se quedaron en el buque americano. ¿Qué había ocurrido? Algo tan sencillo como que nadie se había molestado en comunicar al gobernador de que ambos países estaban en guerra.

4. Pura ilusión

Dicen que en el amor y la guerra todo vale. Y eso debieron de pensar los británicos durante la Segunda Guerra Mundial, cuando tuvieron la genial idea de confiar uno de sus enclaves estratégicos a un ilusionista. ¿Para hacer desaparecer al enemigo? No, más bien para hacer desaparecer el puerto de Alejandría, que era una de las bases aliadas en Oriente Medio y uno de los grandes objetivos de la aviación alemana.

Aviones Segunda Guerra Mundial

El “trabajo” recayó en Jasper Maskeline ¡y funcionó! El ilusionista hizo una réplica en cartón piedra de la base militar, que se colocó en una bahía cercana. La idea era que durante la noche las luces del puerto se apagaran y se encendieran las de la maqueta. Cuando llegó el momento, los aviones alemanes soltaron sus bombas, sí ¡pero sobre el decorado! El ingenio, en este caso, ganó a la fuerza y los aliados consiguieron confundir a sus enemigos.

5. Fallo de comunicación

En 1812 Estados Unidos e Inglaterra se enfrentaban a causa del comercio. Los ingleses pretendían cobrar un impuesto por comerciar con Europa, a lo que los americanos se negaron. La Armada británica recibió orden de atacar las colonias. Y así se hizo.

Lo realmente absurdo de la historia es que apenas unos días después la ley se abolía. Tarde, demasiado tarde. Cuando la noticia cruzó el océano ya se habían producido encarnizados combates que realmente no sirvieron para nada.

Absurdas, irracionales o sencillamente curiosas, lo cierto es que no por ser las batallas más absurdas que uno pueda imaginar sirvieron de ejemplo para evitar que algo similar volviese a ocurrir. Lamentablemente, la historia de la Humanidad está llena de ejemplos de enfrentamientos ridículos, algunos muy recientes.

Si te interesa conocer más aspectos curiosos de enfrentamientos bélicos, no te pierdas la historia del ejército fantasma que luchó en la Segunda Guerra Mundial.

Imágenes: Nicholas Pocock, Richard Dorsey Mohun, U.S. Naval Historical Center Photograph