Un fenómeno desconocido provocó este mes de febrero que cientos de ballenas encallaran en la costa de una playa de Nueva Zelanda. Los expertos no tienen una explicación certera para lo ocurrido.

El misterioso encallamiento de cientos de ballenas en Nueva Zelanda

La playa de Farewell Spit, ubicada en el norte de la Bahía Dorada en la Isla Sur de Nueva Zelanda, fue escenario de un extraño y bizarro incidente cuando alrededor de 600 ballenas encallaran en la arena.

A pesar de los esfuerzos de los locales, la mayoría de las ballenas perecieron fuera del agua. Alrededor de 300 de estos cetáceos ya estaban muertos en el momento de su varada en la playa.

Eso no detuvo a los cerca de 500 voluntarios que se volcaron a la costa en un desesperado intento de rescatar a las sobrevivientes y lograron retornar al mar a unas 200 ballenas, salvándoles la vida de esta forma.

El misterioso encallamiento de cientos de ballenas en Nueva Zelanda

Luego de lograr esta hazaña, al día siguiente al menos 150 voluntarios arriesgaron sus vidas, ignorando la alerta de tiburones emitida por las autoridades costeras neozelandesas, para crear un muro humano dentro de las aguas y así evitar que las ballenas que habían sido puestas a flote volvieran a encallar en la playa, al igual que impedir la llegada de 200 otras.

Las ballenas en cuestión pertenecen al grupo de cetáceos odontocetos de la familia Delphinidae (delfines oceánicos), llamado globicephala, también conocidas como ballenas piloto o calderones. Son la especie más común en las costas de Nueva Zelanda.

Los calderones son conocidos por sus varamientos masivos, pues se trata de la especie de cetáceos que lo hace más frecuentemente. No se conocen datos exactos sobre el estado de conservación de esta clase de ballenas, pero los encallamientos no son el único peligro que les acecha.

Además del riesgo de perecer en la playa, las ballenas pilotos también son blanco común de la caza directa y captura accidental, y en algunos países son víctima de los balleneros.

La playa Farewell Spit, localizada a unos 150 kilómetros al oeste de la ciudad turística de Nelson, es regularmente escenario de varamientos masivos de ballenas piloto. Al menos nueve han producido en la última década.

Daren Grover, el director ejecutivo de la organización ambiental del Proyecto Jonás, involucrado en operaciones de rescate manifestó que «las ballenas pueden haber respondido a las señales emitidas por las ballenas ya varadas. Es muy raro, no hemos visto antes nada como esto».

Mike Ogle, guardabosques del Departamento de Protección Ambiental (DOC), maneja una teoría ligeramente diferente. Según explicó a la prensa, los cetáceos pueden haber sido impulsados ​​a moverse hacia las aguas poco profundas por miedo a los tiburones, ya que anteriormente se había alertado sobre la presencia de grandes tiburones blancos alrededor de Farewell Spit.

¿Cuál crees que será la respuesta a este misterio?

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