Nuestro cuerpo es fascinante, sin pensarlo realiza actividades que hacen parte de sus procesos y van en «modo automático». Esto nos sucede muchas veces cuando respiramos, masticamos o eructamos. No obstante, en Supercurioso creemos que es importante conocer la razón por la que esto nos sucede. Hace algún tiempo te contamos por qué lloramos, pero hoy daremos respuesta a una más: ¿por qué eructamos?. Acompáñanos a descubrir las causas de los eructos y si hacerlo mucho es malo.

Todos experimentamos casi a diario, aunque unos más que otros, esa sensación de querer eructar o, lo que es lo mismo, expulsar gas por la boca. También se conoce como «ventosidad oral» o «flatos orales». Así que si quieres descubrir el por qué de este hecho, ¡continúa leyendo! 😀

¿Por qué eructamos?por que eructamos

Como sabes, los gases, eructos e hinchazones en el estómago son algo completamente normal, aunque generalmente puedan avergonzarnos o hacernos sentir incómodos, lo cierto es que hacen parte de los procesos naturales de nuestro cuerpo. Este tipo de gases son generados en la parte superior del intestino, y se producen comúnmente para expulsar el exceso de aire en nuestro tracto digestivo.

No obstante, algunos de estos gases también se generan en el intestino grueso, concretamente en el colon, dando lugar a las ventosidades anales o pedos. En cualquier caso, experimentar eructos no es más que una manifestación normal durante o después de las comidas, lo cual posibilita la eliminación de los gases, evitando el reflujo gástrico y el ácido estomacal.

Si bien preguntarnos por qué eructar es algo normal, debemos tener en cuenta que eructar muy seguido puede ser una indicación de que algo está pasando en nuestro intestino que no va del todo bien. Pero no te preocupes, si consideras que eructar mucho es malo en tu caso, lo mejor es que vayas a tu médico de confianza. No obstante, ten presente si dentro de las causas de los eructos que vamos a enumerar aquí, este la razón por la cual eructas seguido.

1. Causas de los eructos

Pueden ser muchas las razones del por qué eructamos, a pesar de ello, la mayoría de los eructos se producen por comer rápido y no masticar de forma adecuada, lo cual hace que traguemos aire durante la comida; es decir, cada vez que tú comes o bebes algo estás también ingiriendo aire, este exceso de aire produce inflamación en nuestro tracto y frecuentemente es conocido como aerophagia.

El ácido del estómago que se traslada hacía el esófago puede hacer que al comer guardes más aire al tracto, en consecuencia ingiriéndolo y obligando a tu organismo buscar un medio por dónde expulsarlo: los eructos. Aun así, también existen muchos alimentos que pueden ser los responsables de un volumen de gases fuera de lo normal, como por ejemplo: las legumbres, las verduras, los granos enteros, los productos lácteos, etc.

El aire acumulado en el estómago hace que este se estire y por lo tanto se hinche, relajando de esta manera el esófago. El aire puede después moverse desde el estómago por todo el esófago hasta llegar a la boca. Este proceso se intensifica con otras causas al por qué eructamos, como por ejemplo: adquirir hábitos dañinos como comer chicle y fumar.

Otra de las razones por las que eructamos es producto del estrés acumulado en nuestro cuerpo; si crees que ese puede ser tu caso, no dudes en mirar los productos naturales para combatir el estrés que te compartimos. Asimismo, otra de las causas de los eructos es consumir bebidas gaseosas, en este proceso todo ocurre de una manera diferente, pues estamos ingiriendo los gases que van directamente a nuestro estómago. Por último, otra de las razones al por qué eructamos es porque sufrimos de problemas intestinales leves como la gastritis o inflamación del estómago producida por una bacteria heliocobacter plyori, que produce una inflamación aguda en la mucosa gástrica.

2. ¿Cómo podemos evitar los eructos?por que eructamos

Sabemos que eructar en público nos pone en una situación incómoda, no obstante, para que esto no vuelva ocurrir nunca más, te recomendamos ciertas técnicas para que pongas en práctica cuando sientas que un eructo se aproxima.

  • Come y bebe despacio: tómate tu tiempo para saborear y disfrutar la comida, el hacerlo despacio te ayudará a tragar menos aire. Intenta que tus comidas sean más relajadas, organiza tu tiempo para que después de comer puedas relajarte al menos 10 minutos, verás que con este pequeño cambio, no volverás a buscar la razón al por qué eructamos.
  • Evita las bebidas carbonatadas y la cerveza: sí, lo sabemos, los beneficios de la cerveza son muchos, pero todo debe ir en su justa medida. Y si crees que es la cerveza o las bebidas gaseosas las causas de los eructos, lo mejor será dejarlas de lado. Piensa que le estarás haciendo un bien a tu estómago y que puede incluso, que te ahorres momentos vergonzosos.
  • Lee las etiquetas de los alimentos: si los productos lácteos parecen ser el problema al por qué eructamos, puedes tener algún grado de intolerancia a la lactosa. Presta atención a lo que comes y prueba los productos bajos en grasa o descremados. Verás que esta puede ser la solución perfecta a los eructos seguidos. Asimismo, cierto carbohidratos indigeribles que se encuentran en los alimentos también pueden provocar los eructos, por ejemplo el sorbitol, manitol y xilitol.
  • Come menos alimentos con grasas: lamentamos decírtelo, pero los carbohidratos y los alimentos con altos contenidos de grasa también son un factor trascendental para que los eructos se generen en nuestro cuerpo. Si quieres evitarlos, reduce tú consumo diario de estos alimentos.
  • Prueba medicinas de venta libre: si ves que nada de lo anterior te ha funcionado, puedes probar con medicina de venta libre. Generalmente, estos remedios están creados para combatir el punto neurálgico de los eructos y la hinchazón, sin embargo, queremos dejar claro, que esto puede ser una solución temporal, pero si tienes un problema grave, los eructos volverán a aparecer.

Con lo cual, como puedes ver en muchas de las ocasiones el eructar es algo común y no debemos preocuparnos por el por qué eructamos. Es por ello que no hay de qué preocuparse a menos que se convierta en algo excesivo y fuera de lo normal o que pase a convertirse en un problema crónico. Si te ha gustado este artículo, seguramente quieras conocer algunos alimentos curativos.