¿Se puede nacer sin sangre? Al parecer sí, como el caso de la niña irlandesa Maisy, quien en vez de tener el típico líquido rojo oscuro que corre por nuestras venas, tenía un plasma transparente. Descubre esta asombrosa historia real.

El caso de Maisy

Emma Vignes, la madre de Maisy, tuvo un embarazo completamente normal hasta que en la semana 34 dejó se sentir a la bebé, fue entonces cuando los doctores comenzaron a indagar más a fondo lo que estaba sucediendo. La mayor sorpresa ocurrió cuando intentaron hacer una extracción sanguínea al feto y no pudieron, básicamente la bebé no tenía sangre.

De inmediato, el embarazo “normal” se convirtió en uno de alto riesgo y los doctores consideraron pertinente hacerle a Emma una cesárea de emergencia. Este extraño suceso ocurrió porque el cuerpo de la madre absorbió los glóbulos de la sangre del bebé que llevaba en su vientre.

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Los doctores tratantes tenían la preocupación de que esta situación pudiera generarle daño cerebral e incluso la muerte, ya que esta pequeña tenía una falta total de plaquetas, así como también de hemoglobina. En otros casos similares la concentración de hemoglobina en la sangre estaba a 4 gramos por decilitro, lo sorprendente de Maisy es que este nivel estaba prácticamente en cero.

Después de realizada la cesárea de emergencia, el equipo médico del Hospital Regional del condado de Waterford procedió a realizarle varias transfusiones de sangre a la bebé, la primera de dichas transfusiones fue realizada a través del cordón umbilical. Afortunadamente, la pronta acción de sus médicos permitió que Maisy se recuperara completamente y una vez que sus índices del sistema sanguíneo fueron normales, le dieron de alta.  Hoy Maisy tiene 6 años y es una niña absolutamente sana y feliz.

Otros casos emblemáticos

El caso de Maisy es uno de los que han sido registrados en los últimos años, pero más recientemente se pudo conocer el de la pequeña Olivia Norton, a quien los médicos califican como “la bebé milagro”.

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Esta bebé británica, al igual que Maisy, nació por cesárea cinco semanas antes de lo previsto, ya que su madre también había dejado de sentirla. Olivia nació sin casi signos de vida, completamente pálida, su pulso era tan débil que los médicos no le dieron más de dos horas de vida.

Los niveles de hemoglobina de Olivia eran considerablemente inferiores a los normales. Sin embargo, contra todo pronóstico, después de varias transfusiones de sangre Olivia se recuperó completamente y hoy en día es una pequeña rebosante de salud.

Estos casos evidencian la importancia de la atención médica oportuna, por lo que inclusive en casos tan complicados y de pronóstico reservado como estos se puede salir con vida.

¿Sabías que se podía nacer sin sangre?