Trabajar o ir a clase antes de las 10 de la mañana no es saludable. Es posible que esta afirmación sea claramente apoyada por millones de personas, pero… ¿Cómo atreverse a decirlo en voz alta sin que nos etiqueten de «vagos» o «quejicas»?

No te preocupes, ahora no necesitaremos ninguna excusa porque un estudio reciente de la Universidad de Oxford nos demuestra claramente que quien empiece a trabajar antes de las 9, además de no ser productivo al 100%, no estará cuidando de su salud. Lo mejor sería reajustar los horarios para que todos iniciáramos la jornada a las 10 de la mañana.

¿Estás de acuerdo?

Se acabó madrugar: no es saludable

Empezaremos comentando, cómo no, que son muchas las personas que aprecian el sencillo acto de madrugar porque de esa manera, se aprovecha mucho más el día. Ahora bien, no todas las personas somos iguales ni nuestros ciclos biológicos funcionan igual.

El doctor Paul Kelley es el director de este estudio y a su vez, uno de los mayores expertos que trabajan en el centro de investigaciones del sueño de la Universidad de Oxford. Si bien es cierto que el dato que encabeza este artículo causa gran interés y arranca más de una sonrisa piadosa, son muchos los que intuyen que este tipo de cambios no serán posible aunque lo digan los médicos.

No obstante, vale la pena conocer más datos sobre el trabajo llevado a cabo este año.

airport-205758_1280 (Copy)Te ofrecemos la información más relevante:

  • La población activa y trabajadora, es decir, toda aquella comprendida por término medio por debajo de los 55 años, no debería empezar su jornada antes de las 9.
  • Es común que la población adulta cumpla jornadas de trabajo muy intensas, luego, en casa lleva a cabo muchas más tareas y por lo general, suele acostarse tarde. Levantarse a las 5, 6, o 7 de la mañana supone no dormir todas las horas que el cuerpo necesita.
  • A partir de los 55 años, las personas suelen necesitar menos horas de sueño. No obstante, queda claro que a mayor edad, el desempeño físico cuesta mucho más.
  • El cuerpo humano debería ir en sintonía con el sol, de ese modo todas nuestras funciones se regulan. Levantarse cuando el sol aún no ha salido por el horizonte, suele causar un pequeño impacto en nuestro cerebro, en especial en el hipotálamo.

child-666133_1280 (Copy)También te resultará interesante saber que desde el Instituto de Neurociencias de la Universidad de Oxford, se intenta convencer a empresas y colegios de que «reajusten los horarios» para equilibrarlos con nuestro reloj biológico. Entrar a trabajar a las 6 de la mañana, por ejemplo, ocasiona estrés, cansancio físico y mental, y el desempeño laboral es menor.

  • Lo ideal, sería empezar a trabajar e ir al colegio a las 10 de la mañana. 
  • Hacerlo antes de esta franja, provoca que los estudiantes no estén lo bastante despejados, que las personas no estén «atentas» mientras conducen, por ejemplo, puesto que nuestros reflejos no sean tan rápidos… (Obviamente, existen muchas diferencias de unas personas a otras. Estamos hablando en términos medios)
  • Nuestra salud emocional se resiente, también nuestro corazón e hígado se ven afectados por estos desequilibrios que por lo general, mantenemos durante toda la vida. A nuestra vida escolar se le añade después la laboral, ahí donde terminamos madrugando aún más, y donde por lo general, seguimos acostándonos tarde.

Para concluir, sabemos que estas ideas no se aplicarán en la vida real. El mundo necesita cumplir una serie de horarios, las empresas, las fábricas y los comercios no seguirán el ritmo natural de las horas de sol, de manera, que todos seguiremos poniendo el despertador cuando aún no se ha hecho de día.

wig-693699_1280 (Copy)De ese modo, seguiremos cumpliendo ese viejo dicho de «a quien madruga Dios le ayuda», aunque muchos desearíamos poder quedarnos en la cama para que al menos durante un día, ayudara a otros, mientras nosotros, seguimos durmiendo un poco más. Al menos, hasta las 10.

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