Obras de arte de todas las épocas ocultan simbologías que pasan desapercibidas a la mayoría de los que las observan. En el artículo de Supercurioso 5 secretos de la prostitución ocultos en la Olympia de Manet, pudimos ver como el pintor escondía claves que nos hablaban, si sabíamos leerlas, sobre el sentido profundo que quería transmitir la pintura. En este caso nos acercaremos a un cuadro del prerrafaelita John Everett Millais, pocos lo vieron, pero hay una erección oculta en esta obra y refuerza el sentido de lo que representa.

Pocos lo vieron, pero hay una erección oculta en esta obra

La obra se titula «Isabella» y fue pintada en 1849   por el máximo representante del movimiento prerrafaelita: John Everett Millais. Esta obra está normalmente expuesta en el Walker Art Gallery de Liverpool y su referente es un poema de John Keats llamado «Isabella o La Maceta de Albahaca» que es a su vez una adaptación de un fragmento del Decamerón de Boccaccio.

Pocos lo vieron, pero hay una erección oculta en esta obra

El Decamerón contiene 100 cuentos, muchos de los cuales tienen un fuerte contenido erótico. Quizá por ello Millais reflejó una erección en su obra. La restauradora de la Tate Galery de Londres, Carol Jacobi, donde iba a realizarse una exposición sobre los prerrafaelitas, descubrió que lo que parecía una sombra, era en realidad un símbolo fálico. Millais quería expresar algo que la sociedad victoriana, que reprimía cualquier referencia a la sexualidad, le impedía plasmar de forma clara en sus obras.

Pocos lo vieron, pero hay una erección oculta en esta obra

El personaje de la izquierda, con la pierna extendida y un cascanueces en las manos, parece producir una sombra en la mesa, pero no se trata de ningún reflejo, ni las manos ni ninguna parte de su cuerpo pueden producirlo. Millais lo puso ahí como símbolo de la excitación sexual del personaje. Jacobi ve además, en la sal derramada del salero caído encima de la sombra, la representación del líquido seminal. Para ella, la pierna completamente extendida y el cascanueces en sus manos, refuerza el simbolismo sexual que el autor quería dejar patente en la obra.

Pocos lo vieron, pero hay una erección oculta en esta obra

Para la restauradora de la Tate Britain de Londres, Carol Jacobi, que estudió esta obra pintada por Millais a los 19 años, justo cuando acababa de unirse a la hermandad prerrafaelita, esta erección oculta y el símbolismo fálico hallado en la pintura, puede hacer cambiar el concepto de «mojigatos» que se tenía sobre estos pintores que desarrollaron su obra en la época victoriana. 

¿Que te parece esta interpretación de la sombra como una erección oculta? ¿Crees que es acertada? Si quieres conocer más datos sobre este increíble pintor, te invitamos a leer el artículo sobre la que fue su modelo principal: Elizabeth Siddal: Musa, modelo y un amor de ultratumba.