Ya sabéis que en Supercurioso nos encanta hablar del origen de algunos de los inventos más cotidianos, sobre todo si este origen es curioso. Ya vimos en un artículo anterior como un padre inventó las fotos Polaroid para complacer a su hija pero en esta ocasión os vamos a hablar de cómo el médico René Laennec inventó el estetoscopio por vergüenza.

El origen del Estetoscopio

El estetoscopio es un instrumento médico que sirve para escuchar los sonidos internos de los pacientes, (respiratorios, circulatorios, digestivos…) . Pero ¿Cómo se escuchaban estos sonidos internos antes de que se inventara el estetoscopio? En la mayoría de los casos simplemente apoyando la oreja contra el cuerpo del paciente.

Al doctor francés René Laennec esta práctica le causaba estupor, se sonrojaba cada vez que tenía que hacerlo y se ponía especialmente nervioso cuando tenía que apoyar su oreja contra el pecho desnudo de las pacientes. Es por ello que al poco tiempo de salir de la facultad y comenzar a ejercer cómo médico ideo un pequeño artilugio para sobreponerse ante estas situaciones. Su «invento» consistía en un tubo de papel enrollado que apoyaba entre su oreja y el cuerpo de los pacientes. Este sistema era bastante rudimentario pero fue el principio que le llevó a inventar es estetoscopio.

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Uno de los estetoscopios originales de Rene Laennec

René se dio cuenta de que su invento le permitía escuchar incluso mejor que apoyando la cabeza en sus pacientes, es por ello que mandó construir este mismo artilugio pero en madera. De esta forma nació lo que se considera el primer estetoscopio del mundo. Además, este estetoscopio todavía se conserva y se puede ver en el museo científico de Londres.

Sin lugar a dudas nunca se sabe donde puede aparecer la chispa que encienda la llama de un invento.