La historia de ciertos lugares parece estar marcada por la desgracia. Tal es el caso de la famosa y lujosa Mansión Greystone. ¿Se trata de una serie de eventos desafortunados, de casualidad y mala suerte o realmente existe una maldición en torno a esta propiedad?

La maldición de la Mansión Greystone

La Mansión Greystone es una de las propiedades más famosas de Hollywood. De hecho, se trata de uno de los lugares más utilizados como set de grabación para películas y series. Sin embargo, antes de que el glamour hollywoodense se apropiase de ella, una serie de eventos sucedieron en ese lugar, dando vida a la leyenda de la maldición Greystone.

La Mansión Greystone, también conocida como Doheny Mansion, es una impresionante construcción que data del año 1928. Con un estilo Tudor Revival, esta mansión posee 55 habitaciones en sus más de 4300 metros cuadrados, además de 16 acres de jardín.

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El magnate del petróleo Edward L. Doheny quiso regalarle esta propiedad a su hijo, Edward «Ned» Doheny, Jr. y a su familia. Apenas cuatro meses después de que Ned y su familia se mudara a la mansión, ocurrió una desgracia. En la habitación de invitados se produje el asesinato-suicidio de Ned y su secretario, Hugh Plunket.

Hay quienes aseguran que esta mansión cambiaba por completo a las personas. Desde que se mudaron, Ned se volvió un hombre irritable y lo mismo pasó con Plunket, a quien la familia le permitió hospedarse temporalmente en la propiedad.

Después de estos lamentables sucesos, se tejieron una serie de leyendas en torno a la propiedad. Hay quienes aseguran que en ella se encuentra un portal maligno, que afecta a quienes permanecen en la mansión por un tiempo determinado. Después de la muerte de Ned, se dijo que la mansión perteneció a un importante mafioso. Al parecer, un casino clandestino comenzó a funcionar entre las paredes del edficio y se cree que otras personas, además de Ned y Plunket, perdieron la vida allí.

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La historia oficial, sin embargo, indica que la viuda de Ned se volvió a casar y permaneció en la propiedad hasta 1955. Después vendió los terrenos a Paul Trousdale y la mansión al empresario Henry Crown.

En el año 1963, Crown quería dividir la propiedad y demoler la mansión. Sin embargo, la municipalidad lo evitó y hoy en día esta mansión es una de las más utilizadas para hacer rodajes para la industria cinematográfica de Hollywood. Por otra parte, sus inmensos jardines están abiertos al público.

¿Crees que realmente existe una maldición, algo oscuro y retorcido, en esta propiedad o se trata de una simple leyenda?

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