Los mensajes de texto fueron una novedad que conquistó la telefonía. Rápidos y eficientes, lograron convertirse en el medio preferido por las nuevas generaciones, pero de acuerdo a una reciente investigación, han cambiado la forma en que nos comunicamos. Descubre cómo.
El efecto de los mensajes de texto en nuestra comunicación
Puede resultar familiar esa sensación de ansiedad que nos aborda cuando recibimos un mensaje de texto. Esto se debe, según un estudio, a que es muy fácil malinterpretar el contenido emocional de un mensaje cuando está en un mensaje de texto.
El estudio, publicado en Computers in Human Behavior en 2016, consistió en pedirle a los participantes que leyeran una serie de intercambios de mensajes cortos. Algunos de los mensajes estaban en forma de mensaje de texto y otros fueron escritos a mano.
Del mismo modo, algunos de los mensajes de respuesta terminaron con un punto y otros no. Cuando los mensajes aparecieron como mensaje de texto, los participantes calificaron las respuestas que terminaron en un punto como menos sinceras que aquellas sin puntos. Curiosamente, no tenían esta interpretación con mensajes escritos a mano.
Sin embargo, encontraron que la falta de sinceridad de un punto puede cambiar totalmente su sentido cuando se coloca al final de un comentario sarcástico. En otro estudio de 2015, los voluntarios leyeron dos juegos de mensajes: uno sin contexto («Veo que la dieta va bien») y otro con («Tanya había notado que Jenny había ganadl mucho peso. Le envió un mensaje de texto para decir: ‘Veo que la dieta va bien’). Los mensajes fueron seguidos por un punto, un emoticono de guiño o puntos suspensivos.
Al leer los mensajes en contexto, el símbolo final no importó para los participantes del estudio. Pero cuando estaban fuera de contexto, las personas interpretaban el elogio como sarcástico y menos sincero, y por lo tanto más negativo, cuando era seguido por un punto. La crítica sarcástica, como «Veo que la dieta va mal», fue considerada más positiva cuando se escribió sin un punto al final.
Destacaron que un emoji de guiño intensificó la emoción: «Veo que la dieta va bien ;)» dolió más, mientras que «veo que la dieta va mal;)» resultó un cumplido aún más agradable. Pero al final, las afirmaciones francas fueron tomadas con mayor seriedad.
De manera que los investigadores sugieren que si realmente quieres transmitir tu punto de vista, omitir el sarcasmo por completo es lo mejor.
El mayor problema para transmitir emoción en un mensaje de texto es que muy poca gente se da cuenta de que hay un problema. Un estudio de 2005 encontró que los destinatarios de los correos electrónicos no podían identificar correctamente la emoción intencionada detrás de ellos, a pesar de que los remitentes creían que la mayoría de sus emociones se interpretarían correctamente.
Cuando esos mismos mensajes se transmitieron a través de una grabación de voz, la capacidad de las personas para identificar correctamente la emoción deseada se disparó hasta un 73 por ciento.
¿Te ha pasado? ¿Has malinterpretado mensajes de texto o dudado de su intención? Ya ves que no eres el único.
Imágenes: StockSnap/TheHilaryClark