El ataque de pánico, también conocido como crisis de ansiedad, es unas de las condiciones mentales más comunes del mundo. Sólo en los Estados Unidos afecta a 40 millones de adultos, es decir, al 18,1% de la población total del país norteamericano. Afortunadamente, los trastornos de ansiedad son muy tratables, sin embargo, suelen pasar desapercibidos y sólo el 36,9% de los que los sufren recibir tratamiento. Pero, ¿cuáles son sus síntomas? ¿Hay alguna forma de identificarlos?

Estos son los síntomas de un ataque de pánico

Un ataque de pánico puede incluir una amplia gama de signos y síntomas. Muchos son físicos, aunque también los hay psicológicos y emocionales, y conforman el conjunto de síntomas de ataques de pánico.

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Una de las sensaciones básicas que te afectan durante un ataque de pánico es un miedo abrumador. El mismo es tan intenso que te hace sentir que estás perdiendo el control, hasta el punto que puedes llegar a temer que te estás volviendo loco. Este pavor, además, suele estar relacionado con la muerte, especialmente la propia, y como te decíamos es tan profundo que puede dejarte sin fuerzas, notando que podrías desmayarte. Así, es también común experimentar la sensación de que estás en grave peligro (sin estarlo).

Otra de las manifestaciones de un ataque de pánico, generalmente tiene que ver con una sensación de irrealidad y, curiosamente, una necesidad imperiosa de escapar de tu vida y tus circunstancias. Este impulso va acompañado, al igual que el miedo, de mareos e incluso de una acelaración del ritmo cardíaco, produciendo palpitaciones.

Asimismo, los temblores, la transpiración, la dificultad para respirar y una presión o dolor en el pecho son comunes.

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Fíjate en que si estás en medio de un ataque de pánico o una crisis de ansiedad es posible que muestres una pálidez extrema. También suele sentirse cierta debilidad en las rodillas, una sensación de ardor en la piel y un leve, pero molesto, hormigueo en las extremidades. Es fácil notar también intermitentemente calor y frío, sentir la garganta apretada, como si se estuviera cerrando e incluso una leve dificultad para respirar.

La confusión y la despersonalización también son síntomas típicos de una crisis de esta clase. Cuando hablamos de despersonalización nos referimos a esa sensación de irrealidad, llevada al extremo de verte a ti mismo desde una perspectiva sumamente alejada, al igual que tus emociones.

En este estado puede llegar a ser muy difícil calmarse, incluso es posible que te sientas incapaz de hacerlo. También puedes notar súbitamente necesidad de ir al baño (orinar y defecar) y hasta de vomitar.

Los mencionados son los síntomas más típicos de un ataque de pánico, pero pueden variar de persona a persona. De hecho, suelen afectar con más gravedad a las mujeres, y son ellas quienes tienen crisis de ansiedad más frecuentemente. Se las ha relacionado con los ciclos hormonales, algo que es interesante tener en cuenta, en caso de sufrir una crisis. Es posible que tu momento del periodo, el hecho de estar embarazada, premenopáusica, menopáusica o que hayas pasado por un parto este contribuyendo a que te sientas de este modo.

Sea como sea, ahora conoces esta lista de síntomas y no debes sentirte como un «bicho raro» si los experimentas, pues como te decíamos al inicio de este artículo: son muchas las personas que lo padecen. Lo importante es que sepas identificar lo que te ocurre, busques ayuda, el apoyo de tus seres queridos y te concentres, sin prisa pero con motivación, en recuperarte.

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Imágenes: xusenru