Todos nos hemos encontrado con algún gato agresivo, pero no estamos hablando de los felinos que nacen en la calle sin ningún contacto humano, sino de aquellos que a pesar de estar rodeados por personas que los tratan bien, son agresivos. Como curiosos que somos, no debemos tomarlo como algo personal, sino buscar una explicación lógica que pueda ayudarnos a entender qué le ocurre a este felino.
8 razones por las que podría atacarte un gato
Realmente, nunca sabemos porqué de repente un gato que recibe tanto cariño se vuelve agresivo. ¡Si no le he hecho nada! Hoy descubrirás 8 razones por las que puede un gato atacarte ¡sin previo aviso!
- Música o sonidos agudos: los gatos tienen un oído especialmente sensible que capta frecuencias que nosotros no podemos escuchar. Es por eso que quizás ciertas frecuencias de música o sonidos pueden ocasionar que se intenten defender.
- Tiene miedo: esto puede ocurrir cuando un sonido lo sobresalta o cuando, sin querer, lo despiertas mientras está durmiendo. Cuando un gato tiene miedo de algo su reacción será atacar para defenderse.
- Se sienten estresados: esto suele ocurrir cuando un gato está en un lugar que no le resulta conocido o, también, si se encuentra rodeado de muchos otros gatos desconocidos.
- Le duele algo: al igual que los bebés que lloran siempre que tienen hambre o les duele algo, los gatos pueden mostrarse agresivos si no se sienten cómodos. Por ello, ante el más leve signo de agresividad es necesario llevarlo al veterinario para comprobar que todo está bien.
- Estás premiando su mal comportamiento: quizás no te des cuenta, pero quizás estés premiando de forma inconsciente que el gato se comporte de forma negativa, por ejemplo, permitiéndole que sea demasiado territorial.
- Le gritas o le pegas: pegarle y gritarle a un animal nunca es buena idea, pues solamente fomentas su estado de ansiedad y de rabia. Si un gato te intenta atacar y tú le gritas o le pegas, él intentará defenderse. Muéstrate firme, sin perder el control ante la situación.
- Lo acaricias o tocas en contra de su voluntad: los gatos no siempre quieren mimos así que responden de la única manera que saben: atacando. Vigila que realmente no estés molestando a tu gato o ¡sacará las garras!
- Le miras fijamente a los ojos: mirarle fijamente a los ojos a un gato no es muy buena idea, ya que ellos interpretan esto como una actitud desafiante. Por mucho que tengáis lazos de amistad, él se defenderá.
Estas son algunas de las razones por las que un gato puede atacarte. Aunque os tengáis un cariño mutuo, el instinto animal siempre va a prevalecer. Por lo tanto, si se tiene que defender, el gato así lo hará.
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