El mundo del ocultismo, la brujería y el esoterismo en general, siempre ha estado muy vinculado a la figura femenina, la mujer, quizás por ser más receptiva y sensitiva, por poseer esa intuición femenina o simplemente por no encajar en el rol social establecido para ellas en la época. Por todo ello, eran casi las únicas que solía considerarse que podían ejercer la brujería. Fueron muy pocos los hombres-brujo y si alguno destacó, haciendo historia, fue el misterioso Diablo del Duque, el brujo John Lambe. ¿Quieres saber su historia?

El misterioso «Diablo del Duque», el brujo John Lambe

John Lambe o mejor dicho el Doctor John Lambe, como él mismo se hacía llamar, fue un curandero de mucha fama en la Inglaterra del s. XVII; a él acudían incluso las personas más influyentes de la época, pues se decía que tenía poderes mágicos que le permitía diagnosticar enfermedades, a pesar de no tener conocimientos de medicina. Además, tenía el don de la clarividencia y lo empleaba para localizar tesoros, objetos perdidos o robados… Curiosamente,  también lo usaba para desenmascarar a los esposos o esposas infieles.

El misterioso "Diablo del Duque", el brujo John Lambe

A través de la clarividencia, el Doctor Lambe predecía el futuro, lo que atrajo la curiosidad de políticos y poderosos ansiosos por conocer lo que les deparaba el destino, especialmente en cuestión de negocios, para actuar de consecuencia. No obstante, como suele ocurrir, no se conformaban con evitar el fracaso sino que, en ocasiones, querían doblegar a su antojo a los adversarios o incluso eliminarlos si éstos suponían un impedimento en sus objetivos, y para ello el Doctor Lambe se reservaba una poderosísima arma: la magia negra.

El misterioso "Diablo del Duque", el brujo John Lambe

Como podéis imaginar, alguien con semejantes dones era un arma valiosísima, el aliado perfecto. Es por este motivo que el Duque George Villiers, favorito del rey Carlos I de Inglaterra, no tardó en proponerle una colaboración en exclusiva que lo convertiría en su consejero personal. Todo esto coincide con los Once años de Tiranía a los que el rey Carlos I sometió a su pueblo. Un comportamiento sin precedentes en su reinado, que la opinión pública atribuyó a las malas influencias que lo rodeaban, el duque de Villiers y el brujo Lambe. Hasta el punto que se decía: «Who rules the Kingdom? The King.Who rules the King? The Duke.Who rules the Duke? The Devil» (¿Quien gobierna Inglaterra? El Rey. ¿Quien gobierna al Rey? El Duque. Y ¿Quien gobierna al Duque? El Diablo). Como podrás imaginar, el «Diablo» era Lambe.

El misterioso "Diablo del Duque", el brujo John Lambe

Pero, ¿tenían fundamento tales acusaciones? ¿Tenía Lambe realmente poderes mágicos? Las crónicas de la época son contradictorias algunos lo tachan de charlatán, mientras otros lo consideran el mismísimo diablo capaz de invocar a espíritus malignos, de dominar los elementos a su antojo… Por lo que precisar esto es muy difícil, pero recientes estudios sobre la brujería en la Edad Media revelan que era acusado de brujería todo aquel que no respondía al arquetipo de la época y John Lambe, en este sentido, rompía todos los esquemas. Se dice que tenía apariencia femenina, soltero y sin compromiso, algo muy criticado en aquel entonces motivo de sobra para ser tachado de brujo, pero la astucia de este “Diablo” fue la de sacarle partido a las habladurías y vivir de ellas con astucia, hasta alcanzar una posición acomodada.

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