Si existe algo que ha interesado a la literatura y al arte en general son los bestiarios. Las bestias han poblado la imaginación de los artistas a través de los siglos; estos animales fantásticos vienen de los mundos grecorromano, persa y bizantino, y se apoderaron del pensamiento cristiano con nuevos aportes, además del de catalogar las posibles criaturas que habitan los espacios terrestres: siendo esencialmente paganos, los sacraliza y los transforma en portadores de perversiones o virtudes, y los carga de sentido educativo: o enseñan o advierten.
Dadas sus características estas bestias medievales, reales o imaginarias, impresionaban vivamente al ser humano del medioevo, y mediante la combinación de partes de animales distintos, se creaban criaturas verdaderamente aterradoras. Se representaban solas o luchando entre sí, o también contra hombres indefensos, todo con el objetivo supremo de alejar a las almas de las tentaciones del pecado. Nuestra mirada actual puede interpretarlas de manera distinta, quizá más atenta a la metáfora que cada una de estas bestias medievales carga consigo. Es un apasionante recorrido al que te invitamos.
10 bestias medievales ASOMBROSAS
1. Parandrus
Bestia de Etiopía que puede camuflarse con su entorno. Su color es marrón, similar al del oso, del tamaño de un buey con el pelo largo, cabeza de ciervo, cuernos ramificados y pezuñas partidas.
2. Hercinia
Ave legendaria que habitaba, según las creencias, en el bosque Herciniano, al sur de Alemania, rodeando el Rin. De plumaje brillante, producía tanta luz que iluminaba el camino de quien quiera que anduviese de noche por el bosque. Incluso una sola de sus plumas serviría de potente linterna.
3. Alerión
Se pensaba que éste era el rey de todas las aves, siendo aún más grande que un águila; poseía enormes alas del color del fuego, cortantes como navajas. La leyenda cuenta que sólo un par de aleriones estuvieron vivos al mismo tiempo, la hembra, a los 60 años, habría puesto dos huevos que tardaron 60 días en romperse, y cuando salieron los polluelos, los padres volaron lejos mar adentro para ahogarse. Los polluelos fueron criados por todas las demás aves hasta su adultez.
4. Cinocéfalo
Literalmente es “cabeza de perro”, y según algunos autores antiguos, era el nombre de una especie de simio con cara de perro que vivía, también, en Etiopía. Según Esopo, el cinocéfalo siempre da a luz a gemelos, y la madre destina uno para odiar y otro para amar. Se cree que esta bestia podría aludir a un animal de verdad, al babuino amarillo o mandril, que es capaz de caminar erguido, vivir en comunidades de hasta 250 miembros y tiene hocico ancho y grande como el de un perro.
5. Jaculus
El jaculus, o “serpiente jabalina”, era una víbora voladora que vivía en las copas de los árboles y cazaba a su presa cayendo sobre ella o impulsándose sobre sí misma a través del aire, en palabras de Plinio, “como un proyectil lanzado desde una catapulta”.
6. Leucrota
Plinio el Viejo la catalogó en su Historia Natural, y por ello apareció en gran parte de los catálogos de bestias medievales. Es representada comúnmente como una figura híbrida, tiene tamaño de asno, cabeza de caballo, el cuello y patas delanteras de león, sus cuartos traseros de ciervo y una columna vertebral muy fuerte. Tiene cuernos y no puede cerrar sus ojos. Algo muy curioso de esta bestia es que no puede mirar detrás de sí misma, y su larga y desmesurada boca, extendida de una a otra oreja, es su característica más llamativa y la asemeja a las hienas. No tiene dientes sino un único e irrompible hueso y cuenta con la extraordinaria habilidad de imitar a la perfección la voz humana, logrando atraer a hombres y mujeres hacia los bosques donde se esconde, para atacarlos por la espalda.
7. Allocamelus
Animal fabuloso con cabeza de burro y cuerpo de camello; en el siglo XVII el escritor inglés Edward Topsell creyó que en realidad era el cruce entre un camello y una mula pero su descripción hace pensar en que sea probablemente la primera referencia a la llama o alpaca.
8. Mantícora
Bestia con cuerpo de león rojo, cabeza humana y ojos azules, cola con aguijón de escorpión y tres filas de dientes en forma de peine. Su voz era como un silbido. Puede saltar grandes distancias y se alimenta de carne humana. Hay quien dice que su cola puede disparar espinas.
9. Bonacon o Bonasus
De nuevo según Plinio, el bonacon era una especie de toro que habitó lo que hoy es Macedonia; tenía crin de caballo y cuernos curvados hacia atrás, de modo que en una pelea eran completamente inútiles. Por ello huía mientras emitía un rastro nauseabundo de heces, cuyo contacto podía quemar como el fuego. Hoy en día se cree que aludiría al bisonte europeo.
10. Scitalis
Era una serpiente iridiscente cuyas escamas brillaban tanto que aturdían a quien las veía, atontándolo y dando tiempo así a ser capturado y mordido. Claro que este poder, este brillo inconmensurable, tenía un costo: cuentan que a menudo llegaba a ser tan caliente que se quemaba, lo que la obligaba a mudar de piel incluso en invierno, cuando las demás serpientes hibernan. Estas bestias medievales, como habrás notado, frecuentemente eran intentos por describir animales foráneos, y por ello recurrían a la poderosa herramienta de la imaginación (recuerda el Libro de los seres imaginarios, de Jorge Luis Borges). ¿Te imaginas describir una jirafa a quien nunca la ha visto? Pruébalo y nos cuentas. Mientras tanto sigue con nosotros leyendo 5 increíbles «monstruos» de los ríos que te encantará conocer.