La expulsión de demonios y espíritus malignos es una práctica religiosa que se ha ejecutado desde tiempos remotos, realizada incluso cuando no existía un método formal para exorcizar. Fue a finales del año 500 d.C. cuando finalmente se creó el primer libro con fórmulas, todavía vigentes, para desprender a los poseídos de entes del mundo oscuro.
Sólo los curas u obispos están en potestad divina de librar a una persona del dominio demoníaco, no sin antes descartar la posibilidad de que hubiera alguna anomalía psiquiátrica que pudieran provocar esa clase de comportamientos atípicos, o al menos esto es lo que debería hacerse.
Sorprendentemente, se han registrado casos escalofriantes de algunos exorcistas “autodidactas” que decidieron llevar a cabo este tipo de rituales religiosos, de formas que superan a lo que hemos visto en películas de terror. Te impactará conocer estas historias de exorcismos innecesarios que resultaron fatalmente.
3 TERRIBLES exorcismos que terminaron muy mal
1. Charity Miranda Martin, la adolescente asesinada durante un exorcismo
Charity Miranda Martin era una chica de 17 años que sufrió durante dos meses de una profunda depresión. Según su madre, Vivian Miranda, la adolescente había perdido la voluntad de vivir y era obra del diablo.
Convencida de esto, Vivian decidió que debía expulsar al demonio que atormentaba a su hija con la ayuda de las dos hermanas de Charity, Serena y Elizabeth. Fue entonces cuando la mujer sometió a la joven, durante 7 horas continuas, a un “exorcismo” que acabó con su vida.
Vivian sostenía que el demonio no iba a abandonar su cuerpo y la única forma de liberarla de él era asfixiándola. Así que Serena inmovilizó a su hermana para que no se resistiera al ataque, mientras que su progenitora intentaba cortar su respiración con una almohada. Como la almohada no funcionó, cubrieron su cabeza con una bolsa plástica hasta que murió.
Al finalizar el fatal exorcismo, las hermanas y Vivian se agarraron de manos mientras escuchaban a Frank Sinatra, uno de los cantantes favoritos de su abuelo, que murió una semana antes tras batallar contra una larga enfermedad. También rezaron y leyeron versos de la Biblia. Vivian celebró que le había ganado al mal.
2. Amora Bain Carson, la bebé “poseída”
En estos casos insólitos de exorcismos, parece que el demonio más bien poseyó a quienes lo practicaron. Lamentablemente, Amora Bain, una bebé de 13 meses, fue víctima de ellos.
Jessica Carson, madre de Amora, mantenía una relación con Blaine Keith Milam. Este hombre, quien no era padre de la pequeña, le dijo a su novia que su hija estaba poseída por el demonio. Desde ese momento, la pareja intentó reunir dinero para que un cura le realizara un exorcismo. Al no lograr conseguir los fondos necesarios, decidieron practicarlo ellos mismos pero con técnicas menos ortodoxas.
Poco tiempo después de que Amora cumpliera su primer año de vida en 2008, fue asesinada a causa de un exorcismo bestial. La niña recibió 24 mordidas, y recibió múltiples golpes en la cabeza, entre otras agresiones por todo el cuerpo, hasta que acabaron con su corto paso en el mundo.
Ambos declararon que el terrible suceso se trató de un ataque de un perro, cuando en realidad Milam la mató, finalmente, impactándole con un martillo. Se sospechó, además, que este hombre había abusado de ella previamente.
Su cuerpo estaba tan maltrecho que los médicos forenses no pudieron definir con precisión la causa de su muerte. Por este crimen, Jessica Carson recibió cadena perpetua, mientras que Milan fue condenado a muerte.
3. Terrance Cottrell Jr, el niño con autismo acusado de posesión
Terrance Cottrell Jr. fue diagnosticado con autismo a la edad de dos años, pero para la iglesia, su extraño comportamiento se debía a una posesión demoníaca.
Cuando el niño cumplió 8 años, su madre Patricia Cooper lo llevaba al templo religioso apostólico al que frecuentaba para que le realizaran unas sesiones de rezos, con la esperanza de que Terrance fuese un niño normal. Posteriormente, estas sesiones se convirtieron en un exorcismo.
En 2003, el ministro de la iglesia Ray Hemphill trató de liberar al niño autista del demonio colocándose sobre su pecho mientras hacía el ritual. Durante las oraciones, Terrance dejó de respirar por la presión que ejercía el peso de Hemphill en su pequeña caja torácica. Hemphill sólo estuvo en prisión dos años y medio por asesinar al chico.
Ellos murieron horrorosamente durante exorcismos y ¡ni siquiera estaban poseídos! Entonces, ¿estos asesinatos se dieron por psicopatía, accidente, demencia o quizás sufrían de demoniomanía? Cuéntanos qué piensas. ¡Esperamos por tu opinión!