22Las peregrinaciones del Camino de Santiago tienen su origen en el Medio Evo, y desde entonces las rutas que siguen quienes peregrinan a través de él han originado diversas leyendas en la cultura popular. De hecho, esta ruta ha sido recorrida por millones de peregrinos de todo el mundo para llegar a la ciudad de Santiago de Compostela, en España, donde la tradición cristiana indica que reposan los restos del apóstol Santiago el Mayor. Más allá de esta hermosa tradición, en Supercurioso hemos querido indagar un poco en las diversas leyendas del Camino de Santiago. ¿Las conoces? Acompáñanos a descubrirlas en este artículo.
Los orígenes del Camino de Santiago
El Camino de Santiago fue una ruta muy transitada en la Edad Media, por él pasaron no solo culturas sino influencias idiomáticas plasmadas en el español, dejadas en fondas, mesones y albergues, y rivalizó con Jerusalén y Roma por el increíble número de fieles que, provenientes de toda Europa, seguían el “camino francés”, o sea, el que seguían los peregrinos procedentes de Francia. Pero, ¿por qué se hizo tan famoso?
En el año 821, estamos hablando de principios del siglo IX, se encontraron en Santiago de Compostela los supuestos restos del apóstol Santiago, y aunque no había en la época ni en la actualidad pruebas ni análisis que demostraran que, en efecto, aquellos eran los restos que quedaban del gran apóstol, desde su descubrimiento cientos de miles de peregrinos se han encaminado hasta la ciudad para peregrinar junto con los remanentes de uno de los discípulos más importantes de Jesús.
¿Cómo fueron descubiertos los restos del apóstol? La verdad es que los orígenes del culto a Santiago en Galicia permanecen en la bruma. No obstante, la primera leyenda del Camino de Santiago indica que un ermitaño llamado Paio o Pelayo vio, en el año 813, una estrella que se posaba en el bosque Libredón. Pronto el ermitaño corrió a decirlo al obispo de Iria Flavia, Teodomiro, y juntos descubrieron, en la espesura profunda del bosque, una antigua capilla romana. ¿Era Santiago? Pues no se sabe, pero como para finales del siglo VIII había corrido la leyenda de que Santiago el Mayor había llegado a la península ibérica y había muerto en esas tierras, luego de evangelizarlas, se llegó a la conclusión de que ésa era su tumba, y desde entonces es lo que los peregrinos han creído.
A partir de la primera mitad del siglo XI comienza su impulso definitivo y muy pronto la noticia se extiende por toda la Europa cristiana, atrayendo a numerosos peregrinos provenientes de todas partes. Por todo esto y más, el Camino de Santiago es una de las cosas que ver en Santiago de Compostela.
Las leyendas del camino de Santiago
Obviamente, este recorrido a través de toda Europa para llegar a la ciudad de Santiago de Compostela, no solamente creó numerosos caminos, sino que también sirvió como origen a múltiples leyendas que se fueron transmitiendo durante los cuentos que compartían los peregrinos en las noches frías, al calor de las chimeneas de los mesones o albergues, y que terminaron alimentando el imaginario popular de la época, que poco a poco fue llegando hasta nosotros. Son diversos los relatos, así como sus temáticas, aunque todas las leyendas del Camino de Santiago giren en torno a lo mismo: el gran apóstol. Algunas hablan de los milagros hechos por el santo, por la Virgen María o por otros santos, y cada una de estas leyendas sirvió para que la devoción de los feligreses aumentara, y a que cada año asistieran más personas a la peregrinación.
Como la mayoría de estas leyendas no han sido recopiladas, sino que vienen, sobre todo, de la tradición oral, muchas de ellas compiten con otras, reclamando para sí ciertos milagros. Siendo, pues, tantas, no vamos a poder contártelas todas en un solo artículo, pero lo que sí podemos es traerte las más importantes. Vamos a conocer las principales leyendas del Camino de Santiago.
1. La leyenda del milagro del Santo Grial Gallego
Corría el siglo XIV, la nieve caía del cielo sin parar y los hombres y las mujeres se refugiaban en sus casas. No obstante, había un campesino que no había querido detenerse por el frío. De hecho, nunca se detenía, todos los días subía desde muy temprano a O Cebreiro, el primer pueblo de Galicia que se puede encontrar en el Camino de Santiago. Allí iba, como siempre, a escuchar la misa. El camino estaba solo y el clima era imponente: para avanzar un metro había que hacer el esfuerzo con el que en condiciones normales se hubiesen avanzado diez, y para avanzar diez había que hacer el esfuerzo de cien. Sin embargo aquel hombre fue insistente en su causa, continuó paso a paso hasta que entró a la iglesia, y a lo que el monje, extrañado, escuchó a alguien entrar, lo interpeló: «¡Hombre! ¡Pero a cuenta de qué venir tan lejos con este tiempo! ¡No debió correr el riesgo de morir en el camino solo para arrodillarse ante un poco de pan y vino!».
Bastaron solo esas palabras para que el monje viera la hostia transformarse en carne viva, y el vino del cáliz en sangre. De la impresión, el pobre incrédulo se desmayó: sus palabras sonaban a blasfemia y, cuando el campesino fue a auxiliar al monje, este ya había muerto. No quedaba en él ni el aire de los pulmones. De lo que pasó luego con el campesino la leyenda no lo narra.
Esta es una de las leyendas del Camino de Santiago más famosas, narrada usualmente como milagro, pero que parece más bien castigo (aunque no por eso menos milagroso). Este milagro incluso fue conocido por los Reyes Católicos, quienes también peregrinaron en 1486; donaron el relicario que hasta hoy está expuesto en caja fuerte, junto al cáliz, en la iglesia de Santa María, para que los fieles puedan contemplarlos. E incluso esta historia se hizo tan famosa que llegó a los oídos del mismísimo Wagner, quien lo incluyó en su obra Parsifal.
2. La leyenda del milagro del gallo y la gallina
Vamos con nuestra segunda de estas leyendas del Camino de Santiago, la cual narra la historia de Hugonell, un joven aleman que peregrinaba hacia Compostela acompañado de sus padres. En medio del camino, en un hostal, una muchacha se enamora locamente de Hugonell, pero su amor no es correspondido y, por despecho, la chica termina por tomar una de las copas del hostal y la esconde entre las pertenencias del joven, para luego acusarlo de ladrón. Lo que ocurre luego es sencillo: la muchacha lo acusa, llega la justicia, descubren la copa y Hugonell es condenado a la horca. Sus padres, desesperados, no pueden hacer mucho por él, pero no pierden la esperanza y le rezan a Santiago.
Hugonell muere, pero frente al cadáver los padres escuchan una voz que les dice que Hugonell está vivo por la gracia del santo. Contentos, van a comunicarlo al corregidor, que en ese momento está cenando aves. Este, al verse interrumpido, se burla de la noticia y dice la conocida frase: “Vuestro hijo está tan vivo como este gallo y esta gallina que me disponía a comer antes de que me importunarais”. En ese mismo momento las aves saltaron del plato cacareando. Fue esta leyenda del Camino de Santiago la que dio origen al dicho popular: “En Santo Domingo de la Calzada, donde cantó la gallina después de asada”.
3. La leyenda de la fuente Reniega
La tercera de estas leyendas del Camino de Santiago tiene lugar en el Alto del Perdón, a pocos kilómetros de Pamplona, y empieza con un peregrino que llega a la cumbre, pero con una sed inaguantable. Allí el diablo, que siempre anda por ahí cuando menos se le quiere, se le acercó disfrazado de caminante y le dijo que podía indicarle dónde había una fuente, siempre que antes renegara de Dios, de Santiago y de la Virgen.
Con mucha sed, pero con más fe que ganas de agua, el peregrino mantuvo sus creencias y resistió la tentación, y ante tanto valor se le apareció el mismísimo Santiago vestido de peregrino, quien alejó al demonio y llevó al pobre hombre a buscar un poco de agua.
4. La leyenda de Obanos
Felicia de Aquitania, una joven noble, renunció a su vida aristocrática tras haber hecho la peregrinación a Compostela. No obstante, su hermano, el duque Guillermo, se enfurece con su hermana y va a buscar a Amocaín, donde ella cuidaba pobres, para convencerla de volver. Él duque insiste, pero la hermana se niega, y entre el toma y dame Guillermo termina por enfurecer y, ciego de ira, apuñala a su hermana.
Arrepentido de lo hecho, Guillermo va hasta Roma a confesar su crimen, y allí le imponen como penitencia el peregrinar a Santiago. Tras cumplir con la penitencia, Guillermo renuncia a su vida mundana y se queda como penitente junto a la ermita de la Virgen en el monte Arnótegui. Años después, fue nombrado San Guillermo, y la ermita la dedican a él. Esta es una de las leyendas del Camino de Santiago más populares.
5. La leyenda de Estella
Corría el siglo XI cuando varios pastores vieron que sobre la cima del monte Puy caían estrellas a montones. Al acercarse a ver, se toparon con una cueva, y dentro de esta la imagen de la Virgen. Dieron los hombres el aviso a la parroquia, y luego volvieron junto con otros a intentar mover la imagen, pero por más que intentaron no lo lograron. La Virgen se mantuvo allí, y fue allí, en 1085, donde el rey Sancho Ramírez fundó la ciudad de Estrella.
¿Qué te han parecido estas leyendas del Camino de Santiago? ¿Alguna vez has hecho este recorrido, o tienes planes de hacerlo en algún momento? Déjanos tu opinión en los comentarios, ¡estaremos deseando leerte!