Manipulación emocional. ¿La conoces? ¿La has vivido? En ocasiones es tan sutil que ni siquiera la percibimos, sobre todo porque viene de parte de personas que nos son significativas: nuestra pareja, familia, amigos…
Somos incapaces de negarnos a esto, a lo otro, aceptamos comportamientos, excusas, gestos… Hasta que poco a poco notamos cierto malestar y un vacío interno por donde se va escapando nuestra autoestima. Es algo muy peligroso. En Supercurioso ya te hemos hablado de los llamados «vampiros emocionales», pero ahora queremos darte 5 ejemplos de sus comportamientos y de cómo ejecutan sus hábiles artimañas.
Los seductores
Nos atrapan y encandilan. Son tan amables que al principio, pensamos que nadie más que ellos nos entiende, que sólo ellos son capaces de ver nuestras necesidades. Son el ejemplo de la amabilidad y tienen infinitos detalles.
Ahora bien, pasado un tiempo ya empezamos a ver la realidad: cada agasajo tiene ahora su precio y el reverso de su moneda: Con todo lo que he hecho por ti y ahora tu te niegas a hacer esto, con todo lo que me he sacrificado por ti tú ahora me niegas aquello…
Las eternas víctimas
¿Conoces a alguna persona así? El mundo entero parece estar en su contra, y nosotros más que nadie. Utilizan el chantaje emocional más egoísta al hacernos sentir culpables por cosas que no hemos hecho y de las que no somos responsables.
«Siempre me dejas sólo, no te preocupas por mi, está claro que me deseas lo peor.» Debemos ir con cuidado con este tipo de comportamientos y poner límites, aunque venga de personas muy cercanas.
Castigadores silenciosos
Es algo muy común, tenemos por ejemplo una pareja a la que queremos y la cual, pensamos que nos hace feliz. Sin embargo, es frecuente que lleve a cabo sutiles chantajes y hábiles artimañas para controlarnos e incluso hacernos daño. Una forma muy común de llevarlo a cabo es mediante la ironía.
La ironía siempre tiene un doble filo muy peligroso, se utiliza el humor, pero es un humor que puede llegar a hacer mucho daño. ¿Un ejemplo? Estamos con unos amigos, y nuestra pareja les cuenta que somos las personas más torpes del mundo, que hemos nacido con dos pies izquierdos y que somos incapaces de hacer nada. Todos ríen, y nosotros nos sentimos heridos por esa ofensa pública. Más tarde se lo comentas y él o ella le quita importancia diciendo «que es una broma». No obstante, las bromas y las ironías son también un tipo de maltrato.
Los autocastigadores
Tienen rasgos muy parecidos a los del victimismo, pero como diferencia tienen el hecho de ser más persistentes y autodestructivos. Si los primeros buscaban ante todo llamar la atención los segundos llegan a hacerse un daño a sí mismos muy real pero además, desean llevarte con ellos en sus propios dramas.
“Está claro que ya no me quieres, por eso me dejas solo/a y te vas con tus amigas/os”. “Ni si quiera me miras ni me hablas como antes, ya no soy nadie para ti». Este comportamiento puede ser muy peligroso.
Los de “solo un poco más”
«Esta va a ser la última vez, te lo prometo», «Solo te lo pido porque es importante, sabes que de otro modo no lo haría». Son personas que siempre piden que cedamos un poco más, cuando en realidad llevamos haciéndolo siempre hasta el límite de nuestras fuerzas.
Tras concederles un favor, llega otro, y otro más, siempre acompañado por la súplica de que ya no lo van a hacer más, que va a ser la última vez. Es algo desesperante y que solemos ver en muchos de nuestros amigos.
Y ahora dinos ¿reconoces alguno de estos comportamientos? ¿Alguien cercano a ti ejerce la manipulación emocional en alguna de estas formas?