A veces nos amargamos la vida sin ser realmente conscientes de ello. Por eso, es importante descubrir algunas formas que tenemos de amargarnos la vida. No es que queramos que todo nos vaya mal o ser infelices, tan solo que nuestros hábitos no son los más adecuados.
¿Aprendemos a cambiarlos?
6 maneras de amargarnos la vida
Nuestra mente, a veces, parece volverse en nuestra contra. Le damos la vuelta a la tortilla a todo aquello que podría ser mucho más sencillo. Pero no, parece que es mucho más fácil escoger el camino difícil.
Aquí te dejamos algunas formas de amargarnos la vida. Seguro que te sientes identificado con alguna.
¿Cuál predomina en ti?
1. Pensar en lo malo en vez de solucionarlo
¿Qué hay de negativo en tu vida? Tal vez tengas ese amigo que no te gusta cómo actúa o cómo te utiliza, quizás te preocupe una situación porque en vez de ponerte en acción te limitas a pensar….
Para solucionar todo eso en lo que estás pensando, ¡es necesario actuar! Pensar demasiado no es positivo, hará que le demos vueltas a las cosas creando un bucle infinito, sin llegar a ponerles remedio. Ármate de valor y actúa, verás cómo todo se soluciona.
2. «Ojo por ojo y diente por diente»
¿Quién habrá creado este estúpido dicho? El «ojo por ojo y diente por diente» impide que podamos perdonar, que siempre guardemos rencor y que tengamos la necesidad de pagar con la misma moneda. Esto no te hará feliz, pues te impedirá avanzar como persona, anclándote en un sentimiento negativo. ¿De verdad seguirás así?
3. Si tú estás mal, los demás también
Todos tenemos días en los que estamos mal, pero una forma de amargarse la vida es desear que los demás también lo estén. ¿Recuerdas esos momentos en los que a tu alrededor todo el mundo ríe?
No lo soportas. En tu mente te preguntas si no se dan cuenta de que molestan, si lo hacen con mala intención o si les importas tan poco que ni se han fijado en ti. A ver, ¿qué es lo que te molesta? ¿Qué nadie se preocupe por ti? Piensa en cómo te estás amargando sin necesidad alguna y en lo poco que te gusta a ti tener que aguantar al gruñón del día. Esboza una sonrisa y únete a las personas felices, ¡todo irá mejor!
4. Cuando todo marcha bien, empiezo a temer
Si somos personas inseguras, en el momento en el que todo va bien en vez de continuar en ese estado empezamos a temer. A temer por nuestro futuro, a pensar en todo lo que puede pasar mal… Es una forma gratuita de amargarnos la vida. Ser precavido y consciente es bueno, angustiarse por cosas que no sabes y que quizá no puedas cambiar, es absurdo. Piensa en lo que podrías hacer con el tiempo y energía que empleas en esta actividad tan improductiva. ¡Sácale partido!
5. Pensar que todo el mundo habla mal de ti
¿Has pasado por dos personas que se han reído por lo bajo y has creído que se reían de ti? Esto suele pasar cuando no confiamos en nosotros mismos, cuando nos sentimos inseguros y creemos que todo el mundo nos observa.
Lo normal es que sean imaginaciones tuyas, así que no creas que todo el mundo se fija en ti y cotillea acerca de tu atuendo, tu peinado, etcétera. No es verdad, y si lo fuera, ¿a quién le importa? Lo verdaderamente esencial es que tú estés a gusto contigo mismo.
6. Busca siempre un culpable
Cuando algo se te ha perdido o roto, ¿qué es lo primero que haces? Las personas que se amargan la vida buscan siempre a un culpable, pero los que no lo hacen intentan arreglar o encontrar lo que se les ha perdido. De nuevo, en lugar de invertir energía en algo negativo, emplearla en buscar la solución o el aspecto positivo.
«Llevar una vida amargada lo puede cualquiera, pero amargarse la vida a propósito es un arte que se aprende»
-Paul Valéry-
¿Con qué te has sentido más identificado? Hay muchas otras situaciones, como no aceptar una crítica y creer que te odian, fijarse una meta y no disfrutarla por tener aspiraciones mayores o no luchar por alguien porque por ti no lo han hecho nunca. No somos perfectos y a todos nos puede ocurrir, pero ¡siempre nos queda la oportunidad de mejorar!
A veces nos amargamos la vida sin motivos, cuando todo puede ser mucho más fácil, así que: ¡Deja de hacer estas 7 cosas y conseguirás ser MÁS FELIZ!