La Edad Media es una época histórica comprendida entre el siglo V y el siglo XV que fue dividida en tres partes: los inicios de la misma, la alta Edad Media y la baja Edad Media. Sin duda, es una de las épocas que más interés ha generado en todos los tiempos posteriores, tanto por su extensión en el tiempo como por su arquitectura, costumbres y prácticas que caracterizaban a su sociedad. Por este motivo, en Supercurioso te traemos 5 curiosidades sobre la Edad Media que estamos seguros no conocías todavía. ¿Te atreves a descubrirlas?
5 curiosidades sobre la Edad Media que te sorprenderán
1. No todos eran caballeros, siervos o clérigos
Por norma general en la Edad Media se han descrito tres estratos sociales: los campesinos que trabajaban la tierra y que a la vez eran siervos del rey; los caballeros que lucharon por su reino y, por último, los clérigos que rezaban por que todo fuera correcto. Sin embargo, entre los siglos XII y XIII la población en Europa crecía cada vez más.
Las ciudades cada vez se hacían más grandes y, por ello, las personas tenían todo tipo de trabajos como carpinteros, comerciantes, vendedores, arquitectos o pintores. Además, no todos los campesinos eran siervos empobrecidos, sino que muchos hombres y mujeres poseían tierras propias.
2. La caza de brujas no era cosa de la Iglesia
La caza de brujas no pertenece exactamente a la Edad Media, más bien es una persecución más moderna que se dio sobre todo en los siglos XVI y XVII. No obstante durante el medievo también se llevaron a cabo algunos juicios por brujería. Estos se dieron, sobre todo, en los países de habla alemana.
Sin embargo, la mayoría de estas persecuciones no fueron llevadas a cabo por las autoridades eclesiásticas, sino por autoridades cívicas. Además, a lo largo de la Edad Media el principal mensaje de los clérigos respecto a la magia es fue que esta era una tontería sin importancia.
3. La Iglesia no era la única forma de casarte
Las parejas que querían casarse no necesitaban una iglesia, ni un sacerdote, ni las lecturas sagradas ni nada que estuviera relacionado con la religión. La Iglesia, obviamente, a partir del siglo XI empezó a argumentar que el matrimonio era un sacramento formal y que Dios tenía que tomar parte del mismo.
Sin embargo, en la práctica, y teniendo en cuenta la ley que regia en esa época, las parejas que querían casarse tan solo tenían que declarar abiertamente que querían contraer matrimonio, así de fácil.
¿Sabías que existieron bodas entre personas del mismo sexo en el medievo? ¡Y eran por la Iglesia! Este rito se llamaba Adelfopoiesis.
4. Algunas personas no eran muy religiosas
Aunque la Edad Media cuenta con numerosos ejemplos de extrema religiosidad como peregrinos, místicos o creyentes flagelantes, no todas las personas centraban su vida en la religión o en Dios. Por tanto, nos equivocamos al pensar constantemente que las personas que vivieron en la Edad Media eran incapaces de ser escéptica. De hecho, existen evidencias de que muchas personas no creían en la ascensión al cielo, sino en que el alma desaparecía en el momento de la muerte.
Otros muchos pensaban que Dios no había creado las plantas y los cultivos, sino más bien las virtudes innatas de trabajar y alimentar la tierra.
5. Las personas podían votar
No todas las personas tenían derecho a voto, sin embargo, algunas si podían ejercer este derecho. No obstante no era una votación para el gobierno ya que, obviamente, eso no existía en la época medieval; era un voto que se podía ejercer en la policía local. De esta forma, en Francia, durante los siglos XII y XIII, muchos pueblos y aldeas celebraban con frecuencia elecciones anuales de cónsules y concejales, donde la mayoría de los hombres podían votar.
En general, las mujeres no podían ser oficiales, ni votar.
Hasta aquí ha llegado nuestra selección de curiosidades sobre la Edad Media. Cuéntanos, ¿conoces alguna curiosidad sobre esta época? ¿Qué te ha parecido nuestra recopilación de curiosidades sobre la Edad Media? ¿Es una época que te llama la atención? Déjanos tus comentarios, ¡estaremos encantados de leerte!