La actual inmersión del ser humano en las (mal)denominadas nuevas tecnologías nos ha llevado a exigir un rendimiento máximo de nuestra conexión a internet, capaz de garantizar nuestro contacto permanente con la red. Es por ello que en lo que respecta a la contratación de nuestra conexión, parece que el criterio que prevalece por encima de todos los demás es la velocidad. Es por ello que la tendencia que muestran las distintas operadoras de cara a este nuevo año es contundente al respecto: ofrecer la máxima velocidad de conexión a Internet. No obstante, ¿es este el único requisito que deberíamos tener en cuenta?
En la mayor parte de las ocasiones, los usuarios se dejan convencer por el atractivo de algunas promociones que optan por la ley de «mayor velocidad a un menor precio». Ello no significa necesariamente que sea la mejor opción para todo consumidor, puesto que las necesidades de cada uno son distintas: solo debemos tener en cuenta para qué usamos Internet, sino también el número de ordenadores que acostumbran a estar conectados al mismo tiempo o incluso las horas que requerimos de conexión, lo que determinará también que te decantes por el ADSL o la fibra óptica (precio fibra óptica), siempre en función de tus necesidades.
Las velocidades de Internet en 2018: ¿ADSL o fibra óptica?
Como veníamos diciendo, para determinar qué velocidad de Internet debería contratar cada usuario, no sólo puede tenerse en cuenta la rapidez, sino también otros criterios como la estabilidad o el precio. La primera de nuestras decisiones, previa a la elección de la velocidad, es el tipo de tecnología que más nos conviene. Te exponemos a continuación las ventajas y desventajas de las principales opciones que ofrece el mercado actualmente, cada una con sus propias peculiaridades.
Fibra óptica y ADSL: ventajas y desventajas
Por norma general, la fibra óptica ofrece un mayor abanico de ventajas. En primer lugar, mientras la velocidad de la fibra óptica suele alcanzar una velocidad de hasta 1 Gbps, el ADSL no suele ascender de 50 Mb. Además, la contratación del ADSL incluye la máxima velocidad a la que podrías navegar, aunque ello no implica que siempre dispongas de dicha velocidad; en cambio, esta situación no se da con la fibra, que ofrece una velocidad, calidad y estabilidad de la conexión superiores.
No obstante, y a pesar de existir un único inconveniente de la fibra frente al ADSL, este es notorio: a diferencia del ADSL, que se encuentra instalado a lo largo y ancho del territorio español, la fibra óptica todavía está en vías de expansión. Así, aunque el ADSL cubre velocidades inferiores, cuenta con una mayor red de cobertura, llegando a un mayor número de hogares en los que la fibra óptica es actualmente todavía incapaz de llegar.
De esta manera, la problemática entre el ADSL y la fibra óptica puede resolverse, por tanto, según la zona de tu vivienda y si ésta cuenta con cobertura de fibra óptica o no. Por otro lado, si entre tus necesidades no cuenta una velocidad muy alta, el ADSL puede cubrir tus necesidades a un precio menor; no obstante, si quieres optar por una conexión estable y rápida, asegurándote siempre la velocidad contratada, la fibra óptica es definitivamente la mejor opción.
Esperamos que el contenido de nuestro artículo no sólo te haya parecido interesante sino que además te haya ayudado a decantarte por una opción u otra. En cualquier caso, te invitamos a que nos dejes un comentario compartiendo con nosotros tus experiencias e impresiones. Cuéntanos, ¿qué opción tienes contratada en la actualidad? ¿Estás satisfecho con ella? ¿Tienes propuestas para la elaboración de otros artículos? ¡Estaremos deseando leer todas tus aportaciones!