¿Crees que los cumplidos dan vergüenza? Seguramente pienses que no pero te proponemos que pienses en la siguiente situación: imagina que estás en clase el día en que el profesor va a repartir el último examen e matemáticas. Tu compañero David, quien ha sacado la peor nota de toda la clase, está recibiendo una buena charla del profesor. Cuando éste ha acabado de ridiculizar a tu amigo, se dirige hacia ti, que eres la persona con mejor nota de todo el curso, y empieza a alabarte, incluso en exceso, ante toda la clase. ¿Quién crees que estará pasando más vergüenza? Aunque no lo crees seguramente ambos estaréis pasando un momento de lo más embarazoso. ¿Cuál debe ser la causa por la que los cumplidos dan vergüenza?
El motivo por el que los cumplidos dan vergüenza
Se supone que un cumplido debe hacerte sentir bien pero puede darse el caso que te provoquen todo lo contrario, es decir, que hagan que te encojas, te achiques o incluso que tengas un ataque de ansiedad. Estas reacciones no son nada extrañas y si tu eres de esas personas a quienes los cumplidos dan vergüenza, no te preocupes porque no eres, ni de lejos, el único. Según un estudio casi el 70% de las personas asocian los piropos o el reconocimiento en positivo con la vergüenza e incluso con la incomodidad.
Existen algunas pistas para detectar cuando una persona se incomoda ante un piropo. Una muestra de esa incomodidad es entrar en una especie de espiral de piropos mutuos: “Me gusta tu vestido”. “¡Gracias! Y a mi me gustan tus zapatos”. Otro ejemplo de incomodidad es cuando alguien evita que le atribuyan todo el mérito de algo diciendo frases como: “Todo esto fue el resultado del esfuerzo en equipo”.
Pero, ¿por qué los cumplidos dan vergüenza?
La razón por la que los cumplidos dan vergüenza es porque los seres humanos estamos socialmente programados para cumplir dos reglas; la primera es no decir cosas positivas sobre nosotros mismos y la segunda es no estar en claro desacuerdo con los demás de manera abierta. Cuando nos lanzan un cumplido pueden pasar dos cosas; si aceptas el cumplido estas faltando a la primera regla y si no lo aceptas faltas a la segunda. Básicamente eso es lo que provoca en ti una sensación de incomodidad.
Existe también la creencia generalizada de que un cumplido debe dar vergüenza, ya que es una reacción humilde muy bien aceptada socialmente. Puede que entonces esa incomodidad que en ocasiones sentimos ante un piropo sea nuestra manera inconsciente de actuar como se supone que debemos hacerlo.
También es posible que tu incomodidad o vergüenza se deba a que no crees que la persona que te está elogiando esté siendo sincera en cuyo caso deberías preguntarte si estás ante un “pelota” o simplemente es que tu no te valoras como lo hacen otras personas. Hay otro elemento clave para entender el porqué los cumplidos dan vergüenza, y es la parte pública.
Existen muchos estudios que documentan las ansiedades relacionadas con la exposición pública del individuo. Cuando alguien te hace un cumplido, también te está diciendo, aunque no de manera directa, que te ha estado observando y aunque te estén haciendo una alabanza, por ejemplo por un trabajo realizado, tu solo podrás pensar en esa parte del proceso que quizá no salió tan bien o empezarás a preocuparte por si siguen observándote en un futuro y las cosas ya no te salen tan bien. Así que todo ese proceso “público” también puede ser el causante de tu incomodidad.
Aunque sepamos que esta es una reacción que tienen el 70% de las personas debemos intentar no llegar al ataque de ansiedad ni sufrir una vergüenza desmedida. Existen algunos métodos que nos pueden ayudar a ello. Según Christopher Littlefield, de la consultoría AcknowledgementWorks:
“Es importante darse cuenta que un cumplido tienen tanto que ver con quien lo hace como con quien lo recibe. Si una persona te hace un cumplido, lo que está haciendo es dar su opinión sobre cómo tus acciones le han afectado y no te están preguntando si tu estás o no de acuerdo con dicho comentario, simplemente lo hacen”.
Así que lo que debes hacer es aceptarlo como un regalo e intentar amplificar esos efectos positivos preguntándote que es lo que exactamente le gustó de tu acción.
¿Qué te ha parecido nuestro artículo sobre el porqué los cumplidos dan vergüenza? ¿Eres de ese 70 % de personas que les pasa? Si eres de los que acostumbran a recibir bastantes elogios y además te ruborizas, como te hemos comentado anteriormente, comprueba que tu incomodidad no se deba a que tu valoración de ti mismo está por debajo de la de los demás. Si es así, aplica los consejos de Littlefield y empieza a disfrutar de tu, seguramente más que merecido, éxito.