Frane Selak, sin duda, es un hombre con suerte. Tuvo la fortuna de sobrevivir a siete graves accidentes y por si fuera poco, después, ganó casi un millón de euros en la lotería. ¿Quieres conocer su verdadera historia?
La extraordinaria «suerte» de Frane Selak
Quizás el nombre de Frane Selak no te suene mucho, pero se trata de una persona nacida en Croacia en el año 1929 con una vida que se caracterizó por estar al borde de la muerte en reiteradas ocasiones. Es un profesor de música que se ganó el apodo de «el hombre más afortunado del mundo» y que, como verás, bien merecido lo tiene.
En tren
Sus tropezones con la muerte se iniciaron en el invierno del año 1962 en el que en un viaje a bordo de un tren desde la ciudad de Sarajevo a Dubrovnik, éste descarriló y terminó en el río.
Sus deseos por vivir, a pesar de sufrir la rotura de un brazo, hicieron que pudiera llegar nadando hasta la orilla. Sufrió una grave hipotermia pero no perdió la vida como sucedió con otros diecisiete pasajeros que viajaban junto a él.
En avión
Un año más tarde en su primer vuelo de avión -y el único-, salió despedido al romperse un motor y perder presión. La aeronave descendió a grandes velocidades rompiéndose una puerta por donde cayó Frane sobre un terreno ahuecado y con montículos de paja.
El avión se estrelló y dejó un saldo de diecinueve personas fallecidas.
En autobús
También con los autobuses tuvo mala suerte. En el año 1966, el hielo formado debido al frío invernal, hizo que las ruedas patinaran justo en el paso de un puente por lo que el bus terminó en un río.
Frane Selak sufrió varios hematomas pero cuatro pasajeros murieron ahogados.
En coche
Fue así que Frane eligió trasladarse en su propio auto, pero en 1970 su coche se incendió y por fortuna logró salir antes de que explotara. A los tres años de este último incidente, ocurrió otro accidente de tránsito: falló la bomba de combustible de su auto y las llamas lo envolvieron. Sólo sufrió quemaduras en su cabello.
Su vida de infortunios continúo; en el año 1995 un autobús lo atropelló en la ciudad de Zagreb, pero siguió viviendo. Al año siguiente, conduciendo un nuevo auto fue colisionado por un camión de las Naciones Unidas que se despistó en la curva de una montaña, lo que hizo que cayera por un precipicio de más de 80 metros. No llevaba cinturón de seguridad y salió despedido del coche salvando una vez más su vida.
Recompensa a sus «infortunios»
En el 2003 sus infortunios se vieron compensados, dado que días antes de cumplir setenta y tres años de edad ganó cerca de 800.000 euros con el primer premio de la lotería. Compró un barco, dos residencias y el resto de la ganancia optó por repartirla entre familiares y amigos.