Lavarnos la cara, tomar café para despertarnos, cortar verduras o legumbres para la cena… todas estas acciones desencadenan reacciones químicas y llenan nuestro día a día de pequeños eventos fascinantes de los cuales no somos conscientes ¿Te llama a atención conocer qué papel juega la química en nuestro día a día? ¡Sigue leyendo! A continuación, en Supercurioso te presentamos 7 curiosidades de la química para tu día a día que están presentes en las empresas quimicas Madrid y que te sorprenderán.
7 Curiosidades de la química para tu día a día que ni te imaginabas
1. El funcionamiento del Jabón
Te despiertas por la mañana y ¿Qué es lo primero que haces? Probablemente te enjuagues la cara con agua fría para despertarte y la laves con jabón ¿Sabías que el jabón que usas para asearte y cualquier tipo de detergente contienen la capacidad de formar micelas? Las micelas son unas moléculas que rodean la suciedad, aislándola de su entorno original y sacándola, ya sea de nuestro cuerpo, la ropa en la lavadora o la cerámica del baño cuando lo limpiamos.
2. El olor dulce de los solventes
¿Te has puesto a remover el esmalte de uñas o disolver alguna pintura o sustancia grasosa con un solvente y notaste un olor dulzón como a frutas? No, no lo imaginaste, se trata del acetato de metilo, un compuesto que se utiliza como solvente, usualmente para barnices y, curiosamente, en la fabricación de algunos fármacos (siendo también la razón por la que algunas pastillas tienen un olor agradable).
3. La cebolla y las ganas de llorar
Te estás preparando un sándwich y decides picar una cebolla para agregarle unas rodajas, así que tomas la cebolla, la tabla y el cuchillo, comienzas a picar y, cuando te das cuenta, los ojos te arden tanto que estás llorando ¿Por qué pasa esto? Resulta que la cebolla contiene algunos compuestos con azufre, cuyas células se rompen cuando la cortamos, liberando moléculas sulfuradas que reaccionan con la humedad de nuestros ojos y generando ácido sulfúrico, produciendo una sensación de quemazón; como mecanismo de defensa, nuestro cerebro va y le ordena a los lagrimales de los ¿ojos que produzcan más agua para contrarrestar la irritación y diluir el ácido que la causó. Impresionante ¿Cierto?
4. El olor de los libros
¿Alguna vez has tenido la oportunidad de agarrar un libro viejo en una biblioteca o en tu casa y, cuando lo abres, descubrir que exhala un delicioso olor? Lo que ha pasado es que la descomposición de la celulosa (procedente de los árboles y principal material con que se elabora el papel) genera unas moléculas llamadas lignina o vainillina, las cuales le dan el color amarillento y un rico olor a vainilla a los libros viejos ¡Mmmm!
5. El desodorante
El mal olor es a menudo considerado como producto del sucio y la falta de higiene, por lo cual siempre estamos buscando maneras de ocultarlo o prevenirlo en su totalidad; ansia que, entre otros muchos compuestos, ha dado origen a los desodorantes, sin los cuales prácticamente no podemos salir a la calle. ¿Sabes por qué funcionan? Efectivamente, el mal olor en nuestras axilas es producto de bacterias que se van alimentando de las grasas y proteínas que expulsamos a través de las glándulas apocrinas (las que se encuentran en nuestras axilas); los desodorantes usan triclosan, un poderoso compuesto fungicida y antibacteriano, además, si nuestro desodorante también es antitranspirante, significa que también posee sales de aluminio que se insertan en los poros de la piel y evitan la sudoración.
6. El café “descafeinado”
En los últimos 20 años ha sido cada vez más común la venta de los llamados “cafés descafeinados” y seguro que tú lo has probado o, incluso, has hecho del café “descafeinado” parte de tu día a día pensando que se trata de una bebida más sana por estar libre de cafeína ¿Qué pensarías si te enteraras de que el café descafeinado no está libre de cafeína? La cafeína es el principal compuesto del café (como su nombre lo indica) por lo que un café 100% libre de cafeína es imposible de hacer. Sin embargo, si lo que quieres es mantenerte alerta sin meterle tanta cafeína a tu cuerpo, comerte una manzana es igual de eficaz que tomarte dos tazas de café ¡¿Qué tal?!
7. Las manzanas y la claridad de los dientes
Solemos tener una imperiosa necesidad de lucir unos dientes blancos de revista, por lo cual podemos llegar a someternos a blanqueamientos en clínicas odontológicas o seguir tips según los cuales nos cepillamos con bicarbonato de sodio o limón para dejarlos actuar por varios minutos, pero todos estos procedimientos /desde los blanqueamientos dentales con químicos hasta cepillarnos los dientes con limón) debilitan el esmalte de nuestros dientes, tan necesaria para la salud bucal. ¿Una alternativa? Te la tenemos: las manzanas son excelentes alimentos, no solo para el corazón, el cerebro y el consumo de fiebre, sino también para el blanqueamiento natural de los dientes, debido a su pH ácido y su composición de 25% aire, lo cual también se hace ideal para saciar el hambre. ¡Genial!
Si te gustaron las 6 curiosidades de la química para tu día a día que te mostramos aquí, cuéntanos ¿Conoces otros datos curiosos de la química en nuestra rutina? ¿Tienes más tips saludables? ¡Te leemos con atención!