En la vida, primero intentamos resolver los problemas normalmente más grandes para luego ocuparnos de los más pequeños, cuando la lógica más bien nos dicta que la suma de pequeñas cosas es lo que termina haciendo un todo. Tomemos el cuerpo humano. Hay un montón de cosas que debemos hacer para mantenerlo en función óptima. Alimentación, trabajo físico, higiene, se pueden ver como actividades aisladas, pero lo cierto es que son interdependientes.
Sigamos las tendencias y vayamos por un momento de mayor a menor, tomando ejemplos puntuales de los efectos particulares de dos o tres cosas que hacemos, o debemos hacer con regularidad. ¿Tienes algún dolor muscular o físico? Seguramente te hayas planteado ir al especialista, y es lo que debes hacer, pero, quizá no te hayas planteado que unos pequeños cambios en tu vida pueden aliviar tus molestias diarias.
Cada una es un universo de opciones variadas. La educación física, por ejemplo, tiene un montón de aristas, desde el más leve de los ejercicios de bajo impacto, hasta la vida de un atleta de alto rendimiento.
Conectando los puntos: las curiosidades de nuestro físico
El ejercicio físico puede mejorar tu dolor
Tomemos la espalda, a la hora de hablar de ejercicios. Una sola parte del cuerpo, la propia espalda, está compuesta por varias partes, lo que llamaríamos distintos universos dentro de un universo.
Hablemos un poco de la zona lumbar, una de las partes más sensibles del cuerpo. La mayor parte de las veces aparece tensión en la zona a causa de un sobreesfuerzo físico, un movimiento mal realizado o por permanecer demasiado tiempo sentados frente al ordenador.
Para ayudar estas dolencias en la espalda baja, son ideales los ejercicios de brazo y piernas opuestos. Una forma es colocándose sobre cuatro, apoyándose con las palmas de la mano, y las rodillas flexionadas. Luego, levantando el brazo derecho y la pierna izquierda, de manera que queden paralelos al suelo, y sosteniendo la posición unos cuatro segundos. Después intercambias brazo derecho por izquierdo y pierna izquierda por derecha, y vas haciendo series. Tres series de diez repeticiones sería una rutina ideal.
Una variación de este ejercicio puede hacerse con el vientre apoyado en el suelo, en vez de las rodillas y las palmas de la mano. Luego de eso, básicamente puedes seguir las mismas instrucciones y estarás contribuyendo a la salud de tu espalda baja.
Esto es una sola instancia, de un simple ejercicio, para una sola parte del cuerpo, y sin embargo, en el mediano y largo plazo, esto contribuirá un funcionamiento integral de tu estado físico y mental.
La alimentación es tu segundo punto de interés
Pasemos a otra área, la alimentación, y de nuevo concentrémonos en una sola cosa puntual e incluso exótica para muchos. Los beneficios de la yaca. La yaca no es de las frutas más populares o conocidas, pero vive un auge actualmente, y los beneficios de la yaca son el motivo principal de esta popularidad reciente, hasta el punto de que algunos especialistas la denominan una superfruta. Entre los principales beneficios de la yaca se encuentran riqueza en magnesio, antioxidantes y vitamina B6.
Entre los beneficios de la yaca podemos sumar también su versatilidad. Su sabor variopinto hace que encaje en alimentos salados y dulces por igual. Jugos, sopas, mermeladas e incluso helados, son algunas de las presentaciones de las que podemos sacar provecho a los beneficios de la yaca.
Los nombrados no son los únicos beneficios de la yaca, ni por lejos de hecho. También podemos listar someramente entre los beneficios de la yaca la prevención de males cardiovasculares, la mejora del sistema digestivo, e incluso el mejoramiento de la inmunidad ayudando a combatir el cáncer. Para los más osados, hay quienes aseguran que las propiedades afrodisíacas están entre los beneficios de la yaca.
La higiene bucal: otra arista del triángulo del bienestar
Toquemos ahora el tema de higiene, particularmente la higiene bucal, y puntualmente los irrigadores. El irrigador dental comúnmente lo veíamos de forma exclusiva cuando íbamos al consultorio del odontólogo, pero, en estos tiempos modernos, es bastante normal, e incluso recomendable, tener un irrigador en casa.
El irrigador dental llega a partes a las que el cepillo no es capaz de alcanzar y por ende ayuda a prevenir enfermedades en las encías combatiendo la placa bacteriana removiendo residuos de comida que normalmente eran inaccesibles.
Antes de hacernos con uno, debemos comparar los diferentes tipos de irrigadores dentales en sus aspectos técnicos, seguramente a través de una los comparativa de irrigadores oral-b y sus diversos modelos con o sin cepillo, diferenciándose sobretodo en la potencia de cada uno de estos artilugios, que te ayudarán a mantener una boca sana y un aliento inapreciable.
Conectando los puntos de nuestro cuerpo
Una buena alimentación, (sacando provecho a los beneficios de la yaca, por ejemplo), servirá como factor de beneficio a la salud dental, la cual se verá incluso mejorada con el irrigador dental, y aún más allá; esa buena alimentación te ayudará a combatir el sobrepeso, que aunado a distintos ejercicios asegurará el funcionamiento óptimo de tu cuerpo, incluyendo la sensible espalda baja de la cual hablamos. Por supuesto, un cuerpo cuidado es un aspecto vital para que nuestra mentalidad sea siempre positiva.