Pocas experiencias son tan profundamente movilizadoras a escala emocional, como la de traer un hijo al mundo. La maternidad surge como la posibilidad de vivir un sinnúmero de emociones, que se traducen en el más puro y profundo amor a esa criatura a la que hemos albergado en nuestro interior. Pero no siempre las circunstancias para dar vida son las más idóneas. Sea por situaciones o dificultades personales, de salud o de cualquier tipo, los embarazos no siempre pueden lograrse en el momento justo de nuestras vidas. En este sentido, la ciencia médica ha logrado importantes avances. Métodos como la donación de óvulos, que ayudan a que muchas mujeres logren el sueño de convertirse en madres, en la etapa de sus vidas que crean más convenientes.
En el caso del proceso de congelar los óvulos, muchos factores pueden incidir en la toma de esta decisión. Los más comunes están asociados al hecho de que la mujer no se encuentra en el momento de la vida en el que pueda dedicar su tiempo a la maternidad, bien sea por motivos profesionales o vinculados a la pareja. Tiene entonces la opción de acudir a algún centro médico especializado para preservar sus óvulos, garantizando que sean óptimos para que puedan ser fecundados en el momento en que así lo desee.
También es un procedimiento común en pacientes que afrontan la necesidad de someterse a quimioterapia, padecen de endometriosis, o tienen algún tipo de riesgo genético que pueda afectar su función ovárica en el futuro. En un mundo cambiante y acelerado, en el que los espacios laborales y profesionales han hecho posponer el inicio de la vida familiar, bien vale la pena contar con opciones de este tipo, y es que la biología no se mueve al mismo ritmo que la sociedad. A partir de los 35 años, la mujer sufre un descenso en la calidad de sus óvulos. Este descenso se repite de forma más pronunciada a partir de los 38 años, empezando a considerar los embarazos luego de esta edad, como de alto riesgo. La calidad del óvulo puede influir de manera determinante en el logro de la fecundación.
Es por esto que opciones como la congelación de óvulos, puede resultar una herramienta valiosa, que le da a la mujer la posibilidad de garantizar el hecho de que pueda convertirse en madre en un futuro, sin pasar por las dificultades de salud y la infertilidad que puede generar el envejecimiento de nuestras células. Datos asombrosos como el hecho de que la esterilidad es seis veces más alta en mujeres de treinta años, que en mujeres de veinte años, y que esta proporción se duplica a los cuarenta, hacen tomar conciencia sobre el valor de esta clase de opciones médicas.
¿Qué debes saber sobre la donación de óvulos?
Cuando hablamos de congelación de óvulos, nos referimos a un proceso de preservación de la fertilidad, en la que se extrae y conserva el tejido reproductor más apto para ser fecundado. Como bien sabes, los óvulos de una mujer de cuarenta años, no tienen la misma calidad que los de una mujer de veinticinco. Este proceso pretende congelar esos óvulos de alta calidad, para que tengas la decisión de convertirte en madre en el momento que quieras.
Si deseas acceder a este tratamiento, tu producción de óvulos se verá incrementada a través de inyecciones de hormonas. Los óvulos serán extraídos y sometidos al proceso de vitrificación o congelación rápida, y almacenados a muy bajas temperaturas. Cuando sea el momento oportuno para ti, podrás descongelarlos e iniciar el proceso de fertilización con tu pareja, o con un donante. Al estar fecundado, el óvulo podrá ser transferido a tu útero.
Cuando hablamos de donación básicamente nos referimos a este mismo procedimiento, pero con el tejido reproductor de otra mujer, cuya calidad ovárica sea alta. Estos procedimientos de preservación de la fertilidad se hacen cada día más comunes, pues brindan a las mujeres la posibilidad de resguardar la posibilidad de ser madres, sin tener sobre sí la presión constante del reloj biológico.
Esto toma mayor relevancia si tenemos en cuenta el hecho de que en gran parte de los países europeos, como Italia, Portugal, Francia y España, se ha presentado un importante descenso en el número de mujeres que conciben hijos en su edad más fértil. Cada día las mujeres tienen menos hijos, y más tarde. España ocupa el segundo lugar en cuanto a la tasa de fertilidad más baja de la Unión Europea. Pero así como esto se ha convertido en una tendencia social, de igual modo es importante hacer llegar la información oportuna sobre las opciones con las que cuentan mujeres para preservar su fertilidad.
La maternidad, además de ser el sueño de muchas mujeres, es una decisión trascendental, que cambia totalmente tu cotidianidad. No se trata sólo del embarazo y el parto, sino también de resguardar en tus brazos a un ser indefenso, de alimentarlo y verlo crecer, acompañar su infancia, consolar sus tristezas y promover sus alegrías, formar sus valores y verlo convertirse en un adulto, al tiempo que la vida transcurre. Es pues, una decisión que cambiará tu vida, y por tanto, tener la opción de decidir cuándo quieres vivirla, es una oportunidad invaluable.