Las tendencias son algo inevitable, como también cíclico. Cada poco tiempo, surge una nueva corriente o se rescata una del pasado que vuelve a acaparar todas las miradas y se convierte en el principal objetivo para muchos, tanto particulares como profesionales. Una forma de mostrar al mundo que se está al tanto de lo que pega con más fuerza, de dejar claro que se busca la innovación y encajar con las nuevas audiencias.
Una forma de mostrar que lo vintage está de vuelta. Aunque nunca se fue, este estilo que se basa en la estética del pasado, está pegando con fuerza otra vez. De hecho, se ha convertido en algo fundamental para el branding de cualquier negocio. Vuelven los tonos pastel, el blanco y negro, las florituras y la tipografía clásica. Los estilos de hace un siglo están de vuelta, y lo que es mejor, pueden hacer que una empresa crezca como nunca.
El vintage es la nueva clave para el branding en empresas
Servicios como el que ofrece Litochap.com están en boga. Esta compañía, especializada en la elaboración de cajas y envases metálicos, está siendo uno de los testigos más claros de esta nueva corriente, que en realidad tiene poco de nueva. Cada vez más firmas acuden a ellos en busca de un packaging que huela y se sienta como algo clásico, que recuerde a la década de los 50 o que incluso mire más atrás en el tiempo. Todo porque, como ya hemos dejado claro, lo vintage manda.
De hecho, tanto es así, que se está convirtiendo en un arma fenómenal para potenciar el branding en los negocios. No hay campaña de marketing que no esté al tanto de las tendencias tanto dentro como fuera de la redes, y no hay mejor forma de ganar en imagen de marca que saber adoptar las nuevas corrientes e implementarlas. Por eso, si tienes una empresa, quizá te interese bastante recurrir a las cajas vintage.
Pero no hay que hacerlo de cualquier manera, hay que saber dónde aplicar esta tendencia y, sobre todo, en qué tipo de movimientos e iniciativas encaja mejor. Dar un toque diferente al packaging del negocio puede ser una muy buena idea, sobre todo porque, con este toque vintage le da un aire al producto diferente y distintivo. Ahora, con este auge que se está viendo, puede ser de hecho el movimiento perfecto.
Sea para un obsequio hacia los clientes más fieles, como forma de generar todavía más fidelización, o incluso para cambiar por completo el packaging de todos los productos que se tengan a la venta, o para establecer una nueva línea de producto. No importa el contexto, la clave está en ponerse manos a la obra cuanto antes y buscar un estilo que, si bien logra abrazar lo vintage, logre distinguirse bien del resto.
Cómo conseguir unicidad abrazando una tendencia tan extendida
Es cierto que, si todo el mundo se suma a una misma tendencia, es muy difícil conseguir ese efecto que se desea de cara al branding de la empresa. ¿Cómo vas a destacar frente al resto si haces lo mismo que el resto? La pregunta, sobre el papel, tiene toda la lógica del mundo. Ahora bien, llevada al terreno práctico, tarda muy poco en deshacerse. Y es que, aunque te lances a la estética vintage, las posibilidades para tu packaging pueden ser infinitas.
Vamos a centrarnos precisamente en este aspecto, el de envoltorios y cajas, porque es donde más está pegando fuerte esta corriente. Por alguna razón, el mundo quiere volver a estas cajas metálicas con rebordes y con acabados gramados y de colores. Por alguna razón, se están dejando llevar por esa nostalgia que siempre nos hace mirar a tiempos pasados pensando que eran mejores.
Y eso es algo que hay que aprovechar, como también se debe hacer al observar qué hace la competencia. Lo cierto es que no es nada difícil destacar abrazando lo vintage en el packaging. El estilo tradicional tiene muchas manifestaciones distintas en este ámbito y, además, siempre puedes darle un toque de personalización que termine de diferenciarlo. ¿Qué tal un poco de relieve, un diseño especial, algo de serigrafía, uso de la plata, y una litografía? Todo eso amplía las posibilidades al máximo.
También hay que tener en cuenta que, tanto por formas, como por tamaños y acabados, el abanico es enorme. En este sentido, es muy interesante intentar buscar el formato perfecto. Uno que no solo abrace esta estética, sino que también sea capaz de reflejar la imagen del negocio, aprovechando los colores y las formas que lo caracterizan, reflejando al máximo la imagen de la marca, pero dándole ese toque retro. No hay que olvidar que la clave está en recordar el pasado.
Lo vintage, ¿de moda solo en 2020/2021?
Su gran boom ha sido en esta temporada que abarca 2020 y 2021, y en cierto modo se podría pensar que también se ha debido a todo lo que ha pasado en este extrañísimo 2020. Viendo que la situación actual es tan incierta y tan extraña en tantos frentes distintos, el público no deja de mirar al pasado para pensar en cuando las cosas eran más sencilla. Y, desde luego, si hay algo que lleva atrás en el tiempo, sin duda es el estilo vintage.
Ahora bien, lanzar tu marca hacia esta corriente ahora o algo más tarde no es un problema. Bien es cierto que, cuanto antes se sumerja una firma en lo vintage, más pronto verá los beneficios que puede aportar a su imagen de negocio. No obstante, esta tendencia no es algo pasajero, de hecho, nunca lo ha sido. Estará presente con más o menos fuerza, pero siempre está ahí, y con una legión de adeptos que nunca deja de crecer.
Por eso es doblemente interesante. Porque lanzar tu packaging vintage ahora puede generar un potente efecto positivo, pero hacerlo más tarde seguirá siendo beneficioso. Esta moda ha llegado para quedarse, porque nunca se fue, porque siempre nos ha acompañado y porque siempre nos gusta mirar al pasado.