Su sola palabra nos infunde una mezcla de respeto y admiración, son materia de sueños y pesadillas que el gran Stephen Hawking ha sabido transmitirnos de modo didáctico a través de sus muchos estudios sobre la materia, fascinándonos e inspirando un sinfín de producciones cinematográficas… ¿Es verdad que pueden engullir planetas enteros? ¿Qué hay en su interior? ¿Cómo se originan? El concepto de los agujeros negros es muy atrayente de ahí que deseemos desde supercurioso acercarte de modo seguro hasta su horizonte paradójico para que intuyas sus maravillas y sus peligros, para que te adentres de modo seguro en su interior y descubras algunas de sus peculiaridades…
¿Qué es un agujero negro?
Un agujero negro es un cuerpo suspendido en la inmensidad del espacio donde se concentra una inmensa masa concentrada, acumulada y escondida en su interior de modo tan colosal, que es imposible que exista cualquier objeto cerca de él… todo lo que se halla en sus cercanías es atrapado por su atracción gravitacional. Estos fenómenos se dan en una zona denominada “horizonte de sucesos”, provocado por una curvatura espacio-tiempo en su umbral donde ni siquiera la luz puede huir de su mortal hechizo.
¿Y por qué ocurren, por qué se suceden los agujeros negros? Por su peso, por su enorme masa. Pongamos un ejemplo: si arrojamos un objeto desde un planeta a muchísima velocidad este podría escapar de nuestro campo gravitacional, pero su escape sería aún mayor cuanto más gigantesca fuera su masa, creando una alteración en el espacio donde toda esa energía le haría ir más rápido que la luz, atrapando todo lo que se halle a su alrededor.
Einstein y la gravedad
La historia y el descubrimiento de los agujeros negros se remonta ya al siglo XVIII, cuando Pierre Laplace intuyó que podían deberse a objetos de increíble masa capaces de atrapar la luz, pero no fue hasta la llegada de Einstein cuando se pudo explicar que la gravedad podía influir en la luz directamente, sentando así las bases para los descubrimientos posteriores.
Chandrasekhar, Eddington y Oppenheimer popularizaron la teoría de que cuando una estrella agota su energía, se va volviendo inestable y acaba colapsándose hasta originar un agujero negro, siendo Stephen Hawking quien probó que son estos cuerpos formidables del espacio quienes dan respuesta a la teoría de la relatividad de Einstein.
Pero entonces, si la luz no escapa de los agujeros negros ¿Cómo los observamos? Mediante la radiación del universo, y sobre todo, a través de las estrellas que tienen una órbita cercana a los agujeros negros… dejándonos intuir su estela, su grandeza y su terror, cuerpos con una masa un millón de veces superior a nuestro Sol, titanes “engullentes” con un radio de 3 millones de kilómetros…
Curiosidades sobre los agujeros negros.
- Son esferas, no tienen forma de tubo ni de “tornado” como muchas veces imaginamos.
- Cerca de un agujero negro suceden cosas extrañas que los científicos no pueden explicar.
- El número de agujeros negros existentes en el universo puede ser mayor al de las estrellas visibles desde nuestra Galaxia.
- Los agujeros negros giran sobre sí mismos.
- Pueden llegar a ser realmente grandes, tanto, que los científicos no se atreven a poner límites.