“La investigación es la base de los progresos alcanzados en la sociedad, y lo mismo sucede también con la Medicina en general y con Cirugía en particular”, explica el Dr. Juan Carlos Meneu Díaz, Jefe de Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo en el complejo hospitalario Ruber Juan Bravo (Quirónsalud). Desde la optimización de técnicas quirúrgicas hasta el desarrollo de tratamientos personalizados, el conocimiento científico se consolida como una herramienta decisiva para mejorar la atención médica. Las opiniones de referentes del sector salud, como el Dr. Meneu, ofrecen una orientación clara hacia un modelo de trabajo donde el profesional logra aplicar lo aprendido mientras genera nueva evidencia. Su pensamiento defiende la figura del cirujano-investigador como pieza clave para avanzar hacia una medicina más precisa, ética y sostenible.

Asimismo, esa visión se sustenta en una trayectoria consolidada. Especializado en cirugía general y del aparato digestivo, Meneu Díaz combina la práctica clínica con un fuerte compromiso académico. A la par con su papel en el Ruber Juan Bravo, es catedrático en la Universidad Europea de Madrid. Su formación incluye estancias en centros de prestigio internacional como el Memorial Sloan-Kettering y el Thomas Starzl Transplant Institute. Además, ha desarrollado una intensa labor investigadora, con más de 600 publicaciones científicas que respaldan su compromiso con la innovación y la excelencia médica.

A partir de esa experiencia, el doctor Meneu describe sus opiniones sobre cómo la cirugía ha evolucionado desde sus orígenes empíricos hasta convertirse en una disciplina profundamente vinculada a la investigación científica. Señala que la implementación de la medicina basada en la evidencia —la mejor certeza científica disponible para tomar decisiones clínicas— ha sido clave para transformar la práctica quirúrgica. Esta evolución sólo es posible gracias a una investigación clínica rigurosa, en la que los propios cirujanos participan activamente. “Todo médico —y por ello todo especialista quirúrgico— debe investigar, pues se trata de un imperativo ético el tener interés por la mejora de la atención a sus pacientes”, afirma con convicción.

El pensamiento quirúrgico del Dr. Juan Carlos Meneu Díaz: opiniones con base en la evidencia

“Desde que los barberos-cirujanos medievales se convirtieron en modernos, se ha ido implementando la medicina basada en la evidencia, lo que supone aplicar la mejor certeza científica para tomar decisiones sobre el cuidado de nuestros pacientes”, describe el doctor. Comprometido con una visión científica de la práctica médica, Juan Carlos Meneu ha desarrollado opiniones sólidas sobre el rol del cirujano en la mejora continua de la atención clínica. Considera esencial que los profesionales quirúrgicos adopten una actitud analítica frente a cada caso, evaluando críticamente los procedimientos y validando sus decisiones a través de métodos estructurados. Desde su perspectiva, el avance en cirugía demanda reflexión, metodología rigurosa y voluntad de contribuir activamente al conocimiento médico colectivo.

En lugar de limitarse a aplicar técnicas heredadas, propone que “el profesional se posicione como generador de innovación. Recordemos que para el Prof. Figuera Aymerich, distinguió tres modelos de cirujanos: los rutinarios, que repiten sin cuestionar; los resignados, que detectan los problemas pero los aceptan pasivamente; y los de espíritu investigador, que observan, cuestionan y desarrollan nuevas soluciones”. Para Meneu Díaz, solo “estos últimos tienen la capacidad real de transformar la cirugía”.

Investigación aplicada en cirugía: la propuesta del grupo IMAN

Con base en esta filosofía, el Dr. Meneu impulsó en 2020 la creación de IMAN (Investigación Médica Asociado en Networking), un grupo multidisciplinario de más de quince investigadores provenientes de diversas instituciones y disciplinas. Esta iniciativa, surgida en el entorno académico de la Universidad Europea de Madrid y el Hospital Universitario Ruber Juan Bravo, constituye un espacio donde se abordan desafíos clínicos desde la investigación aplicada. “Creemos firmemente en el modelo de cirujano con espíritu investigador, y consideramos que la cirugía es biología aplicada”, afirma el doctor.

Las líneas de trabajo desarrolladas en IMAN responden a necesidades observadas en el entorno hospitalario y abarcan doce áreas prioritarias, entre ellas: oncología digestiva, neoadyuvancia y quimioterapia, estadificación tumoral, nutrición clínica, cirugía endocrina, patología de la mama, enfermedad por reflujo y complicaciones quirúrgicas en pacientes con infección por SARS-CoV-2. Esta diversidad de temáticas refleja el compromiso del grupo con una medicina centrada en el paciente y basada en evidencia.

Para el Dr. Meneu, “la investigación debe estar dirigida a resolver problemas concretos que afectan directamente a los pacientes”. Defiende el uso del “método científico inductivo, estructurado en tres fases sucesivas: teórica, metodológica y analítica”. Desde su perspectiva, la actividad investigadora forma parte de la responsabilidad ética del profesional quirúrgico, ya que permite mejorar la atención clínica a través del conocimiento. También subraya que “la estadística, por sí sola, no basta para generar evidencia sólida: lo fundamental es la calidad del planteamiento inicial y la coherencia metodológica en su desarrollo”.

El grupo IMAN lleva a cabo su labor investigadora con el objetivo de reducir el dolor, acortar los tiempos de recuperación, minimizar riesgos y secuelas, y mejorar la calidad de vida de los pacientes, todo ello con una mayor eficiencia económica. La cirugía, entendida como biología aplicada, exige integrar conocimientos fisiopatológicos, moleculares y clínicos que permitan tomar decisiones fundamentadas y adaptadas a cada situación.

La cirugía como disciplina ética, científica y transformadora

Uno de los ejes centrales en la visión del Dr. Juan Carlos Meneu es la formación de especialistas que no se limiten a ejecutar procedimientos, sino que “desarrollen pensamiento crítico, cuestionen prácticas establecidas y contribuyan activamente al progreso de la medicina. Esta concepción implica una responsabilidad ética con la mejora constante de la atención sanitaria”.

Además de promover la investigación como parte esencial del ejercicio profesional, el Dr. Meneu Díaz destaca la importancia de un enfoque integrador, donde la cirugía se entienda “como una disciplina en constante diálogo con la biología, la tecnología y la evidencia científica”. Considera que esta articulación de saberes permite una mejor comprensión de la enfermedad y una mayor capacidad para desarrollar soluciones eficaces, éticas y sostenibles.

En definitiva, las opiniones de Juan Carlos Meneu Díaz reflejan una trayectoria marcada por el compromiso con la calidad, la innovación responsable y la búsqueda permanente de mejora en la atención médica. A partir de una experiencia profesional centrada en la observación crítica, la investigación aplicada y el liderazgo clínico, ha contribuido a consolidar un modelo de cirugía moderna que pone al paciente y al conocimiento en el centro de la práctica.