Supercurioso siente especial fascinación por la ciencia ficción y la estrecha relación que existe entre los avances tecnológicos y la imaginación desbordada de este género. Te invitamos a un dar un vistazo a uno de los escenarios reales de una de las más famosas sagas de la televisión, Star Trek. Como un pequeño homenaje a Leonard Nemoy, el inolvidable Señor Spock.
Viaje a las estrellas: en la oscuridad
Bitácora de vuelo: la nave Enterprise está seriamente averiada y comienza a ser atraída peligrosamente por la gravedad de la Tierra. La única manera de salvarla es entrar al núcleo Warp de la nave y realinearlo manualmente, aunque la radiación podría ser mortal.
Es aquí donde entra en escena el joven capitán James T. Kirk, y salimos nosotros, teletransportados a Livermore, California.
Un set de lujo
Parte de la historia de Star Trek: Into Darkness (2013) se filmó en estudio y parte en el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore, en California, en las instalaciones del Láser NIF (National Ignition Facility), cuyos objetivos bordean las historias de la ciencia ficción.
El Láser NIF
Esta instalación ocupa un espacio mayor al de un campo de fútbol y en ella actúan 192 rayos que se concentran en un solo punto, con temperaturas de hasta 3,3 millones de grados centígrados. Cada ráfaga de este láser –con una duración de unos veinte nanosegundos– tiene una potencia de quinientos billones de vatios, cerca de mil veces el consumo de electricidad de todo Estados Unidos en ese brevísimo lapso de tiempo.
Cuando se utiliza, su efecto es similar al de la explosión de una microscópica bomba de hidrógeno, y es que en gran medida su función es continuar experimentando con la fusión nuclear pero de un modo más seguro, y sin contravenir las medidas de prohibición de pruebas nucleares en la atmósfera.
Volviendo al futuro con fuerza Warp
Durante el tiempo que duró el rodaje de esta última edición de Viaje a las estrellas, los investigadores y empleados del NIF pudieron interactuar con los actores y los técnicos de la producción cinematográfica, y volvió a aflorar el papel inspirador jugado por esta serie de los años sesenta en la decisión de muchos de trabajar en programas científicos u orientados a la exploración espacial.
Algo que contradice en parte la mala imagen que tiene la televisión en muchos medios sociales, y que hubiera hecho decir al recién fallecido Leonard Nimoy, en su papel de Sr. Spock: “¡Fascinante!”.
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