Este mundo es inquietantemente insólito. Cuando creemos que sabemos mucho sobre algo, aparecen los científicos y nos desvelan nuevos datos que ponen en jaque todos los pilares sobre los que se asentaba nuestro conocimiento, por eso me ha parecido siempre que lo más sensato es usar el sentido común como método de supervivencia. ¿Y si te dijese ahora que parece ser que ya no es 100% necesario el uso del condón para prevenir enfermedades como el VIH? ¿Te parecería fuerte? Sigue leyendo y verás lo que han dado de sí las investigaciones más recientes.
El fármaco lleva muchos años en uso pero con distintas finalidades
Un fármaco para sustituir el preservativo, en esta frase que da título al artículo se resume todo. Se trata de un fármaco que, en su momento, se creó para tratar el VIH pero que cada vez más está siendo usado por las personas para sustituir al preservativo.
La pastilla, que se llama Truvada, está compuesta por una combinación de antiretrovirales tenofovir y emtricitabine. Actualmente se encuentra contemplada en el programa Obamacare en Estados Unidos y forma parte de los tratamientos aceptados en modo de copago en éste y en la mayoría de seguros médicos privados.
Lo sorprendente es que este fármaco ofrece un 99% de efectividad contra el SIDA, aparte de ser un anticonceptivo también efectivo, por ello, el 40% de quienes lo usan son mujeres aunque este número va disminuyendo.
Truvada también tiene efectos secundarios
Pero, claro, toda acción tiene una reacción y es por esto que se podrían esperar algunos efectos secundarios. Estos son afecciones del riñón (hay que hacerse análisis periódicos para comprobar que no se produzcan daños en este órgano), dolores de cabeza y náuseas durante los primeros meses de uso.
La farmacéutica que la ha creado Truvada no ha promocionado el fármaco como un sustituto del condón, ya que principalmente se usa como tratamiento para el VIH y como protector para evitar el contagio de la enfermedad. Sin embargo, muchos expertos prevén que el uso que se le dé por los usuarios sea principalmente el de sustituto del preservativo y es por ello que ya alertan sobre el riesgo que podría suponer para que el contagio de otras enfermedades como la gonorrea, la hepatitis o la clamidia se dispare.
Actualmente Truvada sólo está permitido en Estados Unidos, Brasil y Sudáfrica, pero está actualmente en proceso de ser aprobado en Francia.