Si usted está pensando que se va a hablar del actor Paul Walker que falleció hace poco tiempo en un accidente de auto, está en un error.
El Paul Walker del que vamos a hablar fue un científico cuya rama de investigación era la geología, que es el estudio de la formación de la Tierra y su estructura. En el año de 1959 Paul Waker escribió una nota de su puño y letra, la introdujo dentro de una botella de cristal y la ocultó bajo unas rocas muy cerca del glaciar de la isla Ward Hunt, en Canadá.
Recientemente, científicos que realizaban una exploración, encontraron la botella y leyeron lo escrito. El mensaje es sencillo y a la vez importante: Según Paul Waker el cambio climático traería consecuencias en los próximos años y se reflejaría en la reducción de los glaciares. Sugiere medir a quien encontrara la botella con el mensaje desde el lugar donde la encontró hasta el glaciar. La medida registrada por Walker, en el año 1959, fue de 1.5 metros. Los científicos procedieron a realizar la medición y para este 2013 la distancia es de… 101.5 metros, un “encogimiento” en el glaciar de exactamente 100 metros en solo 54 años.
Paul Walker no pudo ver cumplido su argumento ya que murió en 1959, el mismo año en que escribió la nota, a los 25 años. Es probable que hoy estuviera vivo, pero observaría con gran inquietud el estrago causado, no únicamente a los hielos polares, sino a todos los recursos naturales. Walker tenía razón: El cambio climático está descongelando los glaciares, calentando el agua de los océanos y aumentando la temperatura en el planeta. Tal parece que sabía que el clima en el futuro sería “Rápido y Furioso”.
Debemos de empezar a cambiar de mentalidad y de costumbres en nuestra vida diaria para lograr, si no revertir, al menos contener el aumento de la temperatura global. Inicie con pequeños cambios en sus hábitos diarios como no abusar del aire acondicionado, evitar usar demasiadas bolsas plásticas, utilizar lo menos posible el automóvil, reciclar, entre muchas otros.
Si iniciamos estas acciones en este año 2014 tendremos más oportunidades de detener el deterioro y no solamente los osos polares se beneficiaran, también nosotros, nuestros hijos y nietos.