A partir de la revolución industrial en el S. XVIII, los humanos han ido consumiendo los recursos de la tierra cada vez a mayor escala. Entre estos recursos se encuentran los denominados combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas natural) causantes en gran parte de los problemas medioambientales que está sufriendo nuestro planeta. Esta contaminación provocada por los combustibles fósiles no sólo afecta a los animales y las plantas sino que también hace mucho daño a los seres humanos.
Está claro que estos combustibles son muy útiles: permiten que funcionen nuestras fábricas, que anden nuestros coches o que se calienten nuestras casas en invierno. Pero…¿no hay ninguna alternativa más respetuosa con el medio ambiente?
Por suerte cada vez más, las personas están adquiriendo conciencia ecológica, y grandes empresas e incluso países, están comenzando a hacer frente al lobby del petróleo. Entre ellas Tesla o Solarcity de Elon Musk, o en el caso que os vamos a contar, el fabricante de coches alemán Audi. Empresas que comienzan a desarrollar todas las posibilidades que ofrecen las energías renovables que ni contaminan ni se acabarán nunca.
Un combustible para el futuro de nuestros hijos
Muchos científicos ya han dado la voz de alarma sobre este tema: Si no paramos de contaminar, nuestros hijos y las generaciones venideras sufrirán catastróficas consecuencias. Algunos países como Alemania se han tomado estas advertencias muy en serio y han comenzado a transformar sus centrales de producción de energía por centrales de energía renovable (Solar, eólica, hidráulica…) con el fin de avastecerse en el futuro únicamente de energías que no contaminen.
Por supuesto todavía falta mucho por hacer, pero gracias a las facilidades que ofrece un país como Alemania, ha permitido a Audi, uno de los principales fabricantes automovilísticos, dedicar gran parte de sus esfuerzos en encontrar un combustible respetuoso con el medio ambiente.
Este combustible, que ha sido desarrollado en Dresden (Alemania) por Audi y la empresa energética Sunfire, tiene una huella de carbono igual a cero. Esto quiere decir que no arroja ningún gas de efecto invernadero a la atmósfera. Esto lo consiguen gracias a que su combustible diesel sintético está hecho de agua, dióxido de carbono e hidrógeno (cogidos de la atmósfera).
Este es un esquema presentado por Audi sobre como funciona su sistema de producción:
Una tecnología en fase de desarrollo
A pesar de que todavía van a pasar unos cuantos años hasta que se pueda producir este combustible a gran escala y sea comercialmente viable, es sin duda una buena noticia para todas aquellas personas que tienen conciencia ecológica y se preocupan por el cuidado de nuestro planeta.
Estos próximos meses la central de Dresden producirá unos 3.000 litros de este fuel, pero el reto para Audi es convertir esta investigación en un éxito comercial que plante cara al petróleo como combustible automovilístico principal.
¿Y tú? ¿Eres una persona respetuosa con la tierra? Todos podemos poner de nuestra parte un granito de arena para mejorar nuestro planeta evitando la contaminación.