Si la vida de la Duquesa de Devonshire fue de lo más apasionante y polémica en su tiempo, el cuadro que de ella pintara Thomas Gainsborough también tiene una historia de lo más curiosa e interesante. La joven Georgiana Spencer nació en 1757 en el castillo de Althrop, el mismo en el que en la actualidad está enterrada su famosa descendiente, la malograda Lady Diana, y vivió entre el desamor, los excesos, el escándalo y la admiración. En este artículo te contamos la historia del misterioso robo de su cuadro.
La apasionante vida de la Georgiana Cavendish, Duquesa de Devonshire
Georgiana se casó a los 17 años con el rico Duque de Devonshire. Pero al igual que más de doscientos años después le ocurriese a Lady Diana, Georgiana sufrió por desamor. El Duque de Devoshire estaba enamorado de otra mujer, una antigua amante, y solo se había casado con la joven Georgiana para que le diera descendiencia. Pese a la desilusión del primer momento, la joven duquesa se dio cuenta del poder económico y político que tenía y se convirtió en la “it girl” del momento.
Sus vestidos, peinados y joyas eran copiados por todas las jóvenes, convirtiéndose en una auténtica celebridad en la Inglaterra del siglo XVIII. Gainsborough decidió entonces pintarla con un gran sombrero negro de paja, prenda que se convirtió en uno de los sombreros más imitados por las damas inglesas del momento. Su historia fue llevada al cine en la película “La duquesa” (2008) protagonizada por la actriz Keira Knightley.
Un misterioso ladrón y un robo de película
El cuadro fue subastado en mayo de 1876 tras haber estado desaparecido durante casi 100 años. Su precio de venta fue el más alto de los que se había pagado hasta entonces por una obra de arte, 10 mil guineas. Pero solo unas semanas más tarde el cuadro fue robado de la Galería Agnew&Sons, causando un gran revuelo entre la opinión pública.
El ladrón fue Adam Worth, conocido como el “Napoléon del crimen” por Scotland Yard y personaje que inspiró a Sir Arthur Conan Doyle para crear el personaje del Doctor Moriarty, la némesis de Sherlock Holmes. Worth había robado el cuadro para conseguir dinero para pagar la fianza de su hermano, entonces en la cárcel. Tras una larga carrera delictiva plagada de robos y falsificaciones, Worth decidió reincorporarse a la sociedad tratando de llevar una vida respetable, pero el robo del cuadro de la Duquesa de Devonshire terminaría por llevarle a prisión. En el robo del cuadro le habían ayudado Joe Elliot y Junka Phillips, quienes quedaron defraudados por la actitud de Worth de no vender el cuadro y ocultarlo al no hacerle falta el dinero, ya que su hermano había salido de la cárcel sin necesidad de fianzas. Elliot y Phillips le denunciaron a la policía y Worth fue detenido por el robo del cuadro y enviado a la cárcel. En 1897 salió de la cárcel y ofreció a la Agencia de Detectives Pinkerton todas las claves para poder recuperar el cuadro de la Duquesa.
En el año 1901, el cuadro fue recuperado y subastado en Inglaterra. J.P Morgan lo adquirió por 150.000 dólares. Mientras tanto, Adam Worth, que había recibido una pequeña recompensa por contribuir al rescate del cuadro, murió en la más absoluta pobreza.