¿A quién no le incomodan los análisis de sangre? Hay quien siente auténtico pánico y queda aterrado ya con la simple imagen de ver la temida y afilada aguja. Es doloroso, molesto y verdaderamente traumático para todos aquellos que sufran de «belenofobia» es decir, miedo a las agujas (también a todo aquello que pueda producir una herida con sangre, ya sean navajas, cuchillos, tijeras…)
¿Cómo te quedarías si te dijéramos que ya existe una opción realmente práctica a las agujas para obtener muestras de sangre sin dolor? ¡Te lo explicamos!
Hemolink, sacar sangre sin dolor
Según nos explica la propia empresa, estos dispositivos revolucionarios saldrán al mercado en Estados Unidos a mediados del 2016. Desconocemos si este interesante avance llegará a más países, aunque sin duda, si los costes no son muy elevados y el mecanismo ofrece ahorro de tiempo y materiales, será una opción más que interesante que nos encantaría poder ver en nuestros centros de salud.
Hemolink es un dispositivo no invasivo, al menos no tanto como una aguja. Se nos asegura que no ocasiona dolor alguno, y lo que hace en realidad es extraer la sangre de la piel sin necesidad de agujerearla. Obtiene «microfluidos» de la propia piel sin sufrimiento… O eso, es lo que nos aseguran. ¿Será verdad? El «Hemolink» ha sido creado por la empresa Tasso Inc, quienes tuvieron la idea hablando un día junto a una taza de café, sobre la necesidad de avanzar en la clásica técnica de la extracción, consiguiendo que, de una vez por todas, se redujera un poco la incidencia de todas esas pruebas invasivas y dolorosas tan frecuentes en sanidad.
El Hemolink, este aparatito curioso y de forma circular, tiene unos 10 cm de largo, y se adhiere a nuestro brazo o nuestro abdomen para que, poco a poco y sin dolor, vaya obteniendo sangre a partir de la piel. Se sabe que va a instalarse con toda seguridad en los hospitales porque cuenta con una importante subvención económica de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa, con más 3 millones de dólares para que llegue al mercado, en el 2016.
Y la forma en que lo haríamos también sería muy sencilla. Solicitaríamos que nos envíen el hemolink cuando nuestro médico nos indique que debemos hacernos un análisis. El aparato llega por correo a casa y somos nosotros los que elegimos en qué momento vamos a hacernos la prueba. Lo aplicamos al brazo o en el abdomen, y nos esperamos hasta que se llene el dispensorio que tiene añadido. Después, enviamos el hemolink al hospital, y en pocos días, tenemos los resultados.
¿Funcionará la idea? ¿Será verdad que no ocasiona dolor alguno? Y lo más importante.. ¿Llegará la idea a más países? Esperemos que sí.
SI te ha gustado este artículo te invitamos ahora a descubrir si es posible llorar sangre. ¡Asombroso!