Esta es una de esas historias curiosas, a la vez que estrambóticas que también merecen formar parte de nuestro espacio para Supercuriosos. Es posible que ya, de entrada, te haya sorprendido la palabra «erupcionó». Si bien se acepta el término erupcionar, tu mente no acabará de comprender cómo un hombre cualquiera (y además llamado Porky) pudo con mecanismos propios, provocar que un volcán de Alaska entrara nada y más y nada menos que en erupción…
Ahora bien, ¿ocurrió de verdad? ¿Pudo el gran Porky Bickar despertar el larguísmo letargo del volcán Edgecumbe? ¡Te lo explicamos!
La alocada erupción de los Porky
Suena a comedia de los 80, pero te aseguramos que esta historia es completamente real. De hecho, si uno busca información sobre el volcán Edgecumbe, verá unido a él el nombre de Oliver Bickar, más conocido como Porky, quien una mañana del 1 de abril de 1974, le dijo a su esposa que había llegado el gran día, el día en que iban a «erupcionar» el volcán. Es más, lo tenían todo «casi» preparado, sólo faltaba la decisión y ese último empuje que todo héroe necesita antes de cometer la mayor locura de su vida.
Hablemos primero del auténtico protagonista de esta historia: el volcán. Este gigante dormido se halla en una isla de Alaska llamada Kruzof, tiene casi 1.000 metros de altura y lleva sin presentar ningún tipo de actividad desde hace más de 4.000 años, según el «Alaska Volcano Observatory». No obstante, esto no era problema para Porky, puesto que lo que deseaba en verdad no era hacer que este dios de corazón de fuego y cuerpo de hielo despertara, en absoluto, lo que en verdad quería, era crear la mayor broma de la historia ese 1 de abril, puesto que como ya sabes esta fecha es el día de los inocentes para la cultura anglosajona.
¿Y qué es lo que hizo el gran Porky para simular la erupción del volcán Edgecumbe? Originar una gran fogata, una bien llamativa y de humo denso y lo más oscuro posible para que atrajera la atención desde la lejanía, y desencadenara la alarma y el pánico. ¿Imaginas cómo se las ingenió este hombre para conseguirlo? De la forma más rudimentaria a la vez que original. El primer paso y más complicado, fue conseguir un helicóptero.
Una vez hubo conseguido a un aliado y a su máquina para que lo llevara hasta la cumbre del volcán, fue cargando hasta 50 neumáticos usados, ropas empapadas con aceite y gasolina, acelerantes, etanol y alcochol, aceite usado, y más importante aún, bombas de humo a base de grasa de cerdo. Todo un cóctel letal que no dudó en prender, no sin antes escribir en el suelo y en grandes letras «APRIL FOOL», haciendo referencia al día en que estaban.
Cabe decir algo importante, Porky avisó previamente de su broma a la «Federal Aviation Administration» y tenía su aprobación. Ahora bien, olvidó eso sí, informar a la guardia costera y a la policía. Pero no pasó nada, al instante quedó aclarado el incidente, pero mientras tanto, el pánico en las gentes de la ciudad de Sitka, la más cercana al volcán, fue monumental y alarmante. No obstante, cada vez que alguien llamaba a la policía lleno de pánico preguntando por la «evacuación», éstos, explicaban con algo de resignación que todo se debía al tipo más bromista de la ciudad, ese que tenía una ferretería y que todos conocían como Porky…
¿Qué te pareció la broma? Si te ha gustado este artículo conoce también un tema un poco más serio: el volcán del parque Yellowstone y el fin del mundo.