En Supercurioso ya te hablamos en una ocasión de la verdadera historia de la Cenicienta y sus diferentes versiones. Ahora bien, resulta siempre llamativo como los cuentos clásicos describen ciertos tipos de personalidad que le sirven a menudo a la psicología popular para describir diferentes tipos de síndromes o complejos.
Recordarás por ejemplo el síndrome de Peter Pan y el complejo de Wendy, así que hoy te invitamos a conocer otro tipo de personalidad asociado a su vez con el carácter que se desprende de la protagonista del cuento clásico «Cenicienta», un conjunto de rasgos descritos en su momento por Colette Dowling,
Características del complejo de Cenicienta
Recordemos un poco al personaje de Cenicienta. Por diversas circunstancias personales, nuestra protagonista se vio obligada a convivir con una familia nada afable, con la que no pudo establecer adecuados vínculos de cariño, afecto y seguridad. Una infancia complicada bajo el sometimiento y la crítica hizo que, en cierto modo, la figura del príncipe se alzara como su única forma de salvación.
Muchos expertos y analistas, veían en esta muchacha a una mujer que nunca tomó la determinación de escapar de esa situación, de dejar a esa madrastra y sus egoístas hermanas para vivir de un modo más íntegro y satisfactorio. Libre. Al contrario, la joven es ayudada por esa mano exterior que la aleja de ese contexto para cuidarla y atenderla. Obviamente, no es más que un cuento, pero muchos psicólogos y psiquiatras cogen como referente a este personaje literario para describir estas dimensiones:
- Las personas caracterizadas por el complejo de Cenicienta tienen cierto miedo a la independencia, al ir solos por el mundo y valerse por sí mismos.
- Tradicionalmente se ha asociado este perfil al de las mujeres que no se atreven a valerse por sí mismas para ser autosuficientes. Ven muchas limitaciones no solo a su alrededor, sino sobre todo, en sí mismas. Prefieren la seguridad familiar y ese apoyo paterno y materno, para después, «saltar» a la esfera de las relaciones afectivas y a la pareja, que a partir de entonces, se encargará de ofrecerle seguridad.
- Buscan parejas emocionales muy seguras de sí mismas, maduras y con determinación que las ayuden a decidir, que las protejan, que hablen por ellas y que sean una figura intermedia entre un padre y un compañero.
- En nuestra actualidad ya no se ve con tanta fuerza a la mujer como esa figura asociada a la limpieza del hogar, al cuidado de la ropa y la cocina, tal y como hacía nuestra Cenicienta. A día de hoy ya se ha alejado de la esfera privada para pasar a la pública y desempeñar labores profesionales, pero eso no quita que tanto ellas, como muchos hombres, se muestren inseguros personalmente y necesiten del apoyo cotidiano de otras personas que decidan por ellos, que los aconsejen y que les resuelvan sus propios problemas.
- Las personas con complejo de Cenicienta sueñan sobre todo con «ser rescatadas». No importa que tengan éxito profesional, de algún modo, siguen esperando que aparezca alguien que les cubra esas necesidades de protección, que alivien esos miedos internos e inseguridad personal que solo una personalidad firme «y casi paternal» puede serles de ayuda. Tienen por tanto una clara falta de autoestima.
¿Conoces a alguien con este tipo de características? ¡No olvides dejarnos tus comentarios!