Los viajes en coche pueden llegar a ser aburridos. ¿Por qué no ponerle un toque de diversión? En Japón existen unas carreteras que, al pasar el vehículo, generan música en el interior del coche.
En este nuevo post de Supercurioso te contamos quién creó este sonoro invento y cómo funciona el asfaltófono.
Punto de partida
La iniciativa ha sido desarrollada por el Instituto de Investigación Industrial Hokkaido de la ciudad japonesa de Sapporo, donde un equipo de expertos puso en práctica la idea original de Shizuo Shinoda.
Curiosamente, como en otros muchos casos, el invento surgió de forma accidental, cuando Shinoda rozó unas marcas en una carretera mientras conducía una excavadora y descubrió que emitían diferentes tonalidades. Algo parecido a lo que le ocurrió al padre que sin querer inventó el neumático.
¿Cómo funciona?
El mecanismo es relativamente sencillo: se realizan surcos de entre 6 y 12 milímetros en el asfalto con intervalos muy específicos, de modo que al pasar el vehículo por encima, la vibración de las ruedas genera una melodía.
Según el tamaño de la ranura y la distancia entre uno y otros sonará una canción diferente. Para que lo visualices, sería como hacer música con copas de cristal llenas con diferentes cantidades de agua.
Ahora bien, para que la escucha sea perfecta y puedas identificar la pieza, el coche debe ir a unos 40 kilómetros por hora y con las ventanas cerradas.
¿No te lo crees? En este vídeo puedes comprobar tú mismo cómo suena una melodía al pasar el vehículo.
Invento en expansión
En Japón, puedes vivir la experiencia de conducir por las carreteras melódicas en Jollaido, Wakayama y Gunma, con unos 30 segundos de música pop japonesa. Si el país nipón es tu próximo destino, aquí tienes algunos consejos sobre qué hacer y qué no hacer en Japón.
Pero también puedes disfrutarlas en otros lugares. De hecho, la idea ha gustado tanto en Oriente que en el parque natural de Changge, en la provincia de Henan de China, puedes escuchar un extracto del himno nacional chino y otro fragmento de la famosa pieza tradicional Molihua («Jazmín”).
En California también quisieron ponerle ritmo a la conducción, pero se equivocaron de lugar y las autoridades tuvieron que asfaltar de nuevo la carretera, ya los vecinos se quejaron por el constante ruido.
Más pioneros han sido en Nuevo México, donde no sólo han utilizado este sistema musical para entretener al conductor, sino también para concienciarlo de que respete el límite de velocidad y como mecanismo de alerta si se sale de la carretera, situando las ranuras de vibración en el límite con el arcén.
Ahora que ya conoces este divertido invento, ¿qué canción te gustaría escuchar? ¿Quizás “Precaución, amigo conductor…”? ¿O mejor “You’d better stop” de Sam Brown? ¡Se admiten propuestas!