Hubo unos años, en especial a finales de los 80 y los 90, en que los británicos estaban muy habituados a escuchar historias sobre la llamada Bestia de Exmoor (The Black Beast of Exmoor). Este tipo de relatos acaecían sobre todo en las zonas de Exmoor o Somerset, ahí donde muchos testigos hablaban de la presencia de una bestia de gran tamaño y color negro, que atacaba a los animales de granja, en especial, al ganado.
Los llamaban los gatos fantasma, los grandes felinos de Reino Unido o incluso los Alien Big Cats. Fue un acontecimiento que duró unos cuantos años, pero ya un tiempo en que los «avistamientos» de estas extrañas criaturas dejaron de darse. La leyenda se ha evaporado como esos actos incómodos de los que nadie desea hablar.
¿Era pues algo real? ¿O no era más que una leyenda como tantas otras de Reino Unido? Te invitamos a descubrirlo con nosotros.
El misterio de los grande felinos de Inglaterra
A día de hoy, en West Sussex, por ejemplo, seguimos viendo viejos carteles desteñidos por el tiempo en los bosques, con imágenes de grandes panteras negras. Se solicita que si alguien ve algo extraño relacionado con «felinos de gran tamaño» informe a las autoridades.
Solo por ello ya nos da una pista de que algo debió ocurrir, y que tal vez, tenía muy poco de fantasmal. No obstante, empecemos desde el principio conociendo todos los acontecimientos. Fue en 1983 cuando en Somerset, un granjero descubrió una mañana aterrado que cerca de 60 de sus ovejas habían sido atacadas.
La policía y los veterinarios quedaron asombrados al comprobar que aquella carnicería había sido llevada a cabo por un gran depredador. Muchas de las ovejas estaban devoradas y sus huesos triturados. ¿Cómo podía ser? En Inglaterra no hay pumas, ni leones ni tigres… ¿Entonces?
Se sospechó, claro está, de los lobos. A pesar de que los biólogos expresaran una y otra vez que ningún lobo ni perro salvaje era capaz de realizar aquellas heridas, todo el mundo entró en pánico, en especial los granjeros. No obstante, poco a poco la población fue asumiendo la auténtica realidad. La primera es que los lobos fueron «eliminados» hace tiempo de las islas británicas. No se puede descartar que exista algún ejemplar a día de hoy, pero hace mucho que no se han visto.
El segundo aspecto era aún más aterrador: aquella criatura era capaz de despedazar los cadáveres de sus víctimas o incluso trasportarlos hacia cuevas o a las ramas de los árboles. Se creó un auténtico pánico, y como el miedo es libre es común que se entremezclara lo fantasmal con lo concreto, lo sobrenatural con la realidad de los hechos. Y una de esas realidades es que existían huellas de gran tamaño: podía ser un puma o un jaguar.
Nigel Spencer, de la Sociedad de Grandes Felinos de Gran Bretaña, comentó que podía tratarse de un puma, un leopardo negro o incluso un lince. Según él mismo explicó, en Reino Unido siempre se ha sospechado que pueden haber grandes felinos aún no catalogados. Son comunidades pequeñas pero que siempre han dado pistas de su existencia a lo largo de los siglos.
La otra sospecha es que sean linces. Linces de gran tamaño. Algo no muy aceptado, pero como teoría también debe tenerse en cuenta. La tercera y última suposición ya nos inquieta un poco más. Se alzaron varias voces para decir lo siguiente: «podían ser animales creados mediante ingeniería genética y que fueron liberados voluntaria o accidentalmente a la campiña británica». A día de hoy, y desde hace ya más de 20 años, no ha vuelto a ocurrir nada semejante.
Y ahora dinos… ¿con qué teoría te quedas? Si te ha gustado este artículo, conoce también todas las curiosidades sobre los gatos negros.