Claro, «Jurassic Park» es en última instancia una advertencia acerca de la ingeniería genética fuera de control (y carnívoros prehistóricos igualmente fuera de control), pero seamos sinceros: Todavía nos parece interesante que sea real. Lo cierto es que anhelamos mirar por la ventana de un helicóptero y ver un Tyrannosaurus atravesar la selva. Muy dentro de ti, hay un vacío que sólo puede ser llenado por un diplodocus.
Dinosaurios en 5 años
La modificación genética de Mundo Jurásico, puede parecer ciencia ficción, pero los paleontólogos y ciéntíficos genéticos están más cerca de lo que piensas de traer a la vida a los dinosaurios. Eso sí, antes de llegar a crear una máquina de matar 12 metros de largo, los científicos quieren comenzar por algo más pequeño, partiendo de la idea de que para traer de vuelta a los dinosaurios tendríamos que partir de los pollos de hoy en día.
El famoso paleontólogo Dr. Jack Horner, quien ha sido consultor en las cuatro películas, y es la inspiración del personaje experto en dinosaurios Dr. Alan Grant, cree con optimismo que estamos a tan sólo cinco años de distancia de crear mediante ingeniería genética un dinosaurio.
De la ficción a la realidad
Cuando empezó a asesorar a Steven Spielberg, Horner y sus colegas creían que el camino más viable para traer un dino de vuelta a la vida era a través de las hebras antiguas del código genético. (La caricatura animada de ADN de la primera película hace un buen trabajo al explicar donde estaban los científicos hace 20 años.)
Desde entonces, estudiando más a fondo en el ADN, se ha terminado por descartar esa opción. Pero en un caso clásico de arte imitando la vida, Horner dice que el ángulo de la ingeniería genética de la trama mundo Jurásico le dio una idea: ¿Y si la mejor manera de producir un dinosaurio es mediante la inversión de la evolución?
En otras palabras, ¿qué pasa si tomamos un ave como el pollo (que ya es titular de los marcadores genéticos de sus antepasados prehistóricos dinosaurios) y encendemos los interruptores adecuados para mutar el animal de nuevo a sus raíces prehistóricas?
El «Pollosauro»
Resulta que esta opción no sólo es posible, sino que Horner cree que la mitad del trabajo en la creación de la «Chickenosaurus» (su nombre, no el nuestro) ya está completo. En teoría las aves ya son dinosaurios, por lo que sólo tendrían que arreglarlas para que luzcieran como un estos.
Él señala que las principales distinciones entre las aves y los dinosaurios son: las largas colas, los brazos y las manos. Por medio de la evolución habrían perdido sus colas, y sus brazos y sus manos se habrían convertido en alas. Además, el hocico del velocirraptor habría cambiado siguiendo la morfología del pico de pájaro.
¿Quieres saber más sobre las diferencias entre la famosa película y la realidad? ¿Crees que un T-Rex no te verá si no te mueves? No te pierdas la respuesta en este artículo.
Imagen: Parque Jurasico, Steven Spielberg, 1993