El estornudo es uno de los mecanismos de defensa más fascinantes que tiene nuestro cuerpo. Por lo cual podemos considerarlo como sinónimo de buena salud. Continúa leyendo y descubre mucho más sobre este interesante agente defensor.
El estornudo: un agente defensor
Una de nuestras principales líneas defensivas en nuestra nariz. Es uno de nuestros órganos más sensibles, lo cual hace que cualquier sustancia o cuerpo extraño que intente acceder a nuestro cuerpo a través de la misma, irrite las mucosas y acto seguido tengamos un estornudo.
El estornudo es un reflejo irrefrenable, es decir, aunque queramos, no podemos evitarlo. El mismo consta de dos fases: la primera es la inspiración o entrada y la segunda es la espiración o salida, que es cuando el aire sale por la nariz con una fuerza que puede alcanzar entre los 110 y 160 kilómetros por hora.
El complejo proceso del estornudo
Muchos tendemos a pensar que el estornudo es uno de los procesos más simples de nuestro cuerpo. Sin embargo, esto no es del todo cierto, es un proceso mucho más complejo de lo que crees. En realidad el llamado “centro del estornudo” está localizado en la base de nuestro cerebro, en un área llamada bulbo raquídeo.
Ese centro del estornudo localizado en nuestro cerebro es el encargado de enviar el mensaje a todos los músculos involucrados en un simple estornudo: cara, abdomen, diafragma, boca, párpados, cuerdas vocales y demás. Como estornudar es un proceso que nos lleva unos pocos segundos, nunca hemos pensado en todo lo que implica el mismo.
En la primera fase del estornudo (inspiración) el aire que entra por la nariz es comparable a dos litros y medio, luego los músculos abdominales aumentan la presión para obligar a subir el diafragma y estos a su vez aumentar la presión de los pulmones. Cuando esto ocurre viene rápidamente la segunda fase que es cuando sale disparado el aire por nuestra nariz a gran velocidad.
Estornudos Fóticos
Muchas personas experimentan el proceso de los estornudos por factores que van más allá de una simple sustancia extraña que está intentando ingresar a su organismo. En este sentido, están quienes experimentan el estornudo fótico, el cual ocurre por sensibilidad a la luz y es una condición heredada genéticamente.
Se sabe que este estornudo fótico lo provoca la estimulación visual que excita al nervio trigémino. Este nervio está localizado en el cerebro y es el encargado de regular muchas otras funciones de nuestro sistema. A este nervio también se le asocia otro tipo de estornudos extraños, inclusive algunos con connotaciones sexuales.
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