Las diferencias físicas entre los hombres y las mujeres son bastante fáciles de descifrar desde un libro de anatomía, pero esas líneas divisorias categóricas desaparecen cuando nos referimos al cerebro.
Retrocediendo casi un siglo, los científicos han tratado de determinar si las estructuras del cerebro de hombres y mujeres, al igual que nuestros órganos reproductivos, cayeron en categorías separadas y distintas en función del sexo. Las diferencias de género en el cerebro, ¿podrían explicar las variaciones en comportamiento entre hombres y mujeres? Según Investigadores de la Universidad de Tel Aviv, nuestro cerebro está demostrando una realidad impredecible de características masculinas y femeninas.
Algunos estudios interesantes
Si nuestros cerebros poseen verdaderamente dimorfismo sexual, debería haber diferencias consistentes entre los cerebros masculinos y femeninos, y los científicos, han llevado a cabo numerosos estudios diseñados para encontrarlos.
En 2014 un meta-análisis de más de 100 estudios sobre las diferencias de género en las estructuras cerebrales encontró, por ejemplo, que en media los cerebros de los hombres son de un 8 a un 13 por ciento más grandes que los cerebros femeninos. Las partes de los cerebros que controlan el lenguaje, la memoria, las emociones y el comportamiento también variaron en tamaño entre los hombres y las mujeres, de acuerdo con el meta-análisis.
En un estudio de 2013, los científicos llegaron a la conclusión de que los hombres poseían cerebros más grandes optimizados para las matemáticas y el razonamiento, mientras que los cerebros de las mujeres estaban mejor conectados y más adecuados a la empatía y la colaboración. Se cree que estas características que derivan de las diferencias básicas en el diseño del cerebro, ya sea em hombre o mujeres.
Nuestro cerebro es un mosaico
Pero después de la realización de un estudio de 1.400 hombres y mujeres que utilizaron cuatro conjuntos de datos diferentes, los investigadores en el estudio actual concluyeron que los cerebros de la mayoría de la gente se encuentran en algún punto intermedio en términos de posesión de características masculinas y femeninas. Según el equipo, nuestros cerebros son un «mosaico» de características, algunas de las cuales son más comunes en los hombres, y otras más comunes en las mujeres. Por ejemplo, los hombres suelen tener una amígdala más grande, mientras que las mujeres tienen mayor grosor cortical. En su análisis, el equipo se centró en las 10 áreas del cerebro que variaban más entre los sexos, y clasificaron las variaciones ya fueran masculinos o femeninos.
Los investigadores utilizaron imágenes de resonancia magnética (MRI) para buscar las diferencias en el volumen y el nivel de conectividad entre las regiones de materia gris en el cerebro. Cuando los investigadores analizaron las 10 regiones más dimórficas de el cerebro que habían identificado, se encontró que hubo una variación sustancial entre los sujetos, sin importar su género, y que sólo el 6% de los cerebros que analizaron eran o «sólo para hombres» o «sólo para mujeres.» En otras palabras, se encontró poca consistencia de género en nuestros cerebros, y esa falta de coherencia interna socavó anteriores conclusiones extraídas sobre un espectro de cerebros de hombre-mujer.
El equipo corroboró sus conclusiones a partir de datos de un estudio de análisis de comportamiento de 5.000 estudiantes universitarios que intentó clasificar a los participantes sobre la base de las actividades específicas de género, tales como álbumes de recortes y juegos de vídeo. Al igual que el estudio del cerebro, el estudio del comportamiento encontró que los sujetos masculinos y femeninos que participan en una serie de actividades no necesariamente están definidos por género.
Detectar Diferencias
Los investigadores argumentan que debemos evitar la clasificación de cerebros en su conjunto, y en su lugar debemos mirar a regiones específicas del cerebro cuando se habla de la diferenciación entre hombres y mujeres. En lugar de ser un subproducto de diseño, los investigadores sugieren que la masculinización y feminización del cerebro son dos procesos diferentes que se producen de forma independiente en diferentes regiones. Además, este proceso se ve afectado no sólo por el género, sino por factores ambientales y genéticos también.
Específicamente, debemos dejar de pensar en el cerebro en términos de varones y mujeres, y apreciar la variabilidad del mosaico del cerebro humano.
¡No te pierdas estas 6 diferencias entre hombres y mujeres!