En 1917 los médicos estadounidenses William Fitzgerald y E.F. Bowers publicaron un libro titulado Zone Therapie (Terapia de zonas), en el que se exploraban y comentaban algunas técnicas derivadas de la acupuntura china y la dígitopuntura, favoreciendo así la introducción en Occidente de lo que posteriormente se conocería como reflexología.
Una terapia de pies y manos
La reflexología vendría a ser la práctica de estimular determinados puntos en pies, manos, orejas o nariz buscando generar efectos benéficos en órganos del cuerpo que se reflejarían en dichos puntos. La base científica de esta terapia, como la de la acupuntura en general, sigue siendo motivo de discusión, aunque hay millares de testimonios que respaldan sus efectos positivos, especialmente en el tratamiento de dolores de cuello y espalda, las cefaleas y dolores menstruales, el estreñimiento y el asma. También, según los practicantes de esta terapia, sirve para aliviar el estrés, estimular el sistema inmunológico y el buen funcionamiento de órganos internos.
Las terapias zonales más difundidas están dedicadas a los pies y las manos, y son conocidas como reflexología podal y reflexología manual.
La reflexología podal
El masaje aplicado por el terapeuta –presiones, palpaciones y fricciones– a diversos puntos en las plantas, los tobillos, los dedos y los costados, debe hacer efecto sobre todo en el área de la cabeza y el cuello.
El reflexólogo, al trabajar en los pies, estimula más de 7.000 nervios, mejorando el desempeño del sistema nervioso y del sistema cardiovascular.
Además, la estimulación de los puntos de los pies afecta órganos y sistemas específicos del cuerpo, tal y como se ejemplifica más adelante, al hablar de la reflexología manual.
La reflexología manual
Es menos popular que la podal, aunque se supone que la complementa y genera otros efectos benéficos en el cuerpo del paciente. El reflexólogo estimula distintos puntos de la palma, el dorso y los dedos. Cada punto de la mano, dependiendo de si es la derecha o la izquierda, afecta un determinado punto del cuerpo.
Por ejemplo, la estimulación de la mano derecha afectaría: el colon, parte del hígado, intestino delgado, colon ascendente, válvula iloececal, área ciática, vértebras lumbares, vértebras dorsales, vejiga, uretra, riñón, suprarrenales, esófago, occipital, estómago, tiroides, cerebro, paratiroides, trompa de Eustaquio, oído, plexo solar, vesícula biliar.
Y la izquierda: senos paranasales, paratiroides, glándula pituitaria, cerebro, tiroides, occipital, estómago, esófago, suprarrenales, riñón, uretra, uréter, vejiga, vértebras dorsales, coxis, vértebras lumbares, área ciática, pulmón, zona cardíaca, ojo, trompa de Eustaquio, brazo, colon descendente, intestino delgado y colon sigmoideo.
Contraindicaciones
Aunque se trate de una técnica terapéutica ancestral y china no siempre es recomendable su práctica. A modo de ejemplo, la reflexología está contraindicada en los siguientes casos:
Cuando el paciente sufre alguna enfermedad crónica, durante el embarazo (sobre todo si hay peligro de aborto), durante la menstruación, cuando fiebres o hemorragias, o cuando el paciente sufre de cáncer.
Aunque hay mucha información sobre la reflexología en Internet es recomendable acudir a un reflexólogo con credenciales reconocidas o reconocibles.
Pero quien haya asistido a una buena sesión sabrá lo relajante y calmante que puede llegar a ser. ¿Te atreverías? Y mientras tanto te recomendamos otro tipo de terapia, la que se hace con delfines.