Es muy posible que hayas visitado Hyde Park, en Londres, sin saber que allí existía un cementerio para animales. No te preocupes si no lo sabías hasta el momento, de hecho, se halla en un espacio tan discreto, recóndito y misterioso, que ni el propio Stephen King lo hubiera imaginado mejor.
Si bien es cierto que a día de hoy los cementerios de animales ya están más popularizados y para muchos, resultan sin duda una opción más entrañable, bonita y meritoria para nuestras queridas mascotas que la simple incineración, el existente en Hyde Park es de la época victoriana y ya no alberga más inquilinos. En sus tierras, en sus húmedos parajes habitados por líquenes, helechos y curiosas ardillas, descansan cientos de almas que un día, dieron inmensa felicidad a sus familias humanas.
Estamos seguros de que te encantará conocer este singular cementerio.
Descubre el cementerio de animales de Hyde Park
La verdad, es que son muchos los londinenses que desconocen que en el parque de Hyde Park existe un cementerio para animales. De hecho, no es nada fácil dar con él, hay que adentrarse a lo largo de los arbustos del jardín de Victoria Gate Lodge en Bayswater Road y después, encontrar unas puertas de hierro fortificado delimitando un espacio de tierra sumido en la penumbra, en una atmósfera de sutil recogimiento, magia y encanto.
Quienes han tenido la suerte de verlo persona comentan que impresiona bastante ver tal cantidad de pequeñas lápidas. Si uno no sabe que es un cementerio para animales, lo primero que piensa es que es un campo santo para hadas, elfos o pequeños hobbits. No obstante, este cementerio está aquí desde 1881, cuando el encargado de mantener los jardines de Victoria Lodge, el señor Winbridge, pensó que sería un bonito lugar para enterrar a los perros y a los gatos que habitaban en las casas de campo de alrededor.
El primer perro enterrado aquí se llamaba Cherry. Era un pequeño maltés que falleció por ancianidad, y que pertenecía a unos amigos del propio señor Winbridge. Pasaban muy a menudo por Hyde Park, así que vieron en aquella oportunidad, un modo de honrar a su compañero y de visitarlo cada vez que así lo desearan.
Las inscripciones que encontrarás en las lápidas son muy breves pero cargadas de afecto, de sentido cariño. Estos son unos pequeños ejemplos:
- «A nuestro compañero Butcha, 31 de enero 1894»
- «Adiós querido Cupido, 1898»
- «Sandy. Un amigo fiel durante 12 años, 05 1900»
- «A mi querido Moussoo – hay hombres buenos y sabios pero sólo los animales alcanzarán la gloria eterna»
- «Querida Dolly – mi rayo de sol, mi consuelo, mi alegría.»
- «Para nuestro gentil, pequeño y encantador Blenheim , que trajo la luz del sol a nuestras vidas.»
- «La muy adorable Yorkshire, Florencia, una pequeña vida que floreció durante un tiempo muy breve y que se nos ha ido entre lágrimas. Tenemos fe en reencontrarnos de nuevo con ella».
- «Aquí yacen dos criaturas fieles, Snap y Peter. Sólo estamos durmiendo «
- «En memoria de Jim – un pequeño perro con un gran corazón.»
- «Wee Bobbit estamos muy solos sin ti».
A día de hoy, el cementerio de animales de Hyde Park está gestionado por la organización de jardines reales de Reino Unido. Se organizan visitas en grupo de una hora de duración previo pago de una entrada. Puedes encontrar más información en la propia página destinada al turismo de Royal Parks.
Es una experiencia que vale la pena vivir. No obstante, estamos seguros de que en tu ciudad también puede existir un cementerio de animales parecido a este. Si es así déjanos un comentario y explícanos si te gustaría que tus mascotas (o familia de cuatro patas) descansara el día de mañana en un escenario similar.
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