Cada vez es más usual que la gente acuda a la medicina natural o tradicional, en busca de alivio a sus dolores y menores posibilidades de efectos adversos de los fármacos industriales. Claro que hay que saber que igual hay riesgos, el hecho de ser natural no significa que sea totalmente inocuo. Es el caso de la acupuntura, esa práctica milenaria china que aún hoy se utiliza en muchísimas partes del mundo. Acompáñanos a descubrir qué es la acupuntura.
¡Descubre, al fin, qué es la acupuntura!
Como ya mencionamos, es una técnica curativa de la medicina tradicional china que forma parte de lo que se ha dado en llamar medicina alternativa (alternativa a la medicina alopática, u occidental o hipocrática). Durante 5.000 años ha sido utilizada en China, y hace 2.500 los conocimientos sobre anatomía se plasmaron en un libro, llamado Huang Di Nei Jing Su Wen (Clásico de medicina interna del emperador Amarillo), y allí se encuentra la primera referencia conocida o registrada sobre la acupuntura.
El método consiste en insertar agujas finísimas en los “puntos acupunturales” del cuerpo, ubicados a lo largo de caminos energéticos que los chinos han llamado meridianos, con el fin de estimular estas zonas, y anestesiar y calmar dolores y diversas dolencias. La teoría es que mediante esta estimulación el equilibrio energético del cuerpo se reinstaura, trayendo de nuevo la salud. En sus comienzos, las agujas eran de piedra sumamente afiladas, y se utilizaban sobre todo para tratar afecciones de la piel, como forúnculos, quistes o abscesos. Luego se empezaron a usar otros materiales, como hueso, plata y oro, y hasta astillas de bambú, hasta llegar al acero inoxidable de hoy en día.
En la medicina china, se plantea el cuerpo como una red de caminos que enlazan los distintos sistemas del organismo, y sobre estos caminos –los meridianos– estarían los puntos, de modo que cumplen con una función reguladora al transportar la energía a través de los 14 meridianos con que cuenta el cuerpo.
Estos puntos son los 361 lugares por los que el Qi (energía) de órganos y vísceras se mueve, y cada uno de ellos refleja la actividad del organismo. Por ello, a través de la estimulación mediante las agujas, se restaura el equilibrio del cuerpo al dejar que la energía fluya libremente, aliviando así diversos dolores.
Entonces, la idea básica es que dependiendo de lo que tengas, el acupunturista te activará diferentes puntos que reflejarán diferentes órganos y zonas del cuerpo; existen 3 categorías para los puntos acupunturales: los regulares, los extraordinarios y los ashi.
Los primeros, que se llaman también “de los catorce canales”, se distribuyen a lo largo de los meridianos, y casi todos tienen una ubicación fija. Los extraordinarios tienen nombres y sitios regulares, pero no están incluidos en los catorce canales, y los puntos ashi no tienen localización fija o nombres sino que están en zonas dolorosas cuando se presenta una enfermedad.
Es preciso aclarar que ha habido muchas investigaciones científicas sobre la acupuntura y específicamente sobre los puntos acupunturales, pero no han encontrado evidencias suficientes de esa correspondencia entre un punto y un órgano. Sin embargo, también es preciso aclarar que la acupuntura ha servido a millones de personas para aliviar dolores crónicos como el de espalda, calmar el estrés, la depresión y la ansiedad, mejorar la digestión (e incluso adelgazar), aliviar dolores de cabeza e incluso contrarrestar los efectos secundarios de la radiación en los tratamientos para el cáncer.
De hecho, la Organización Mundial de la Salud incluyó la acupuntura como terapia curativa para algunas enfermedades, siempre y cuando se tomen las medidas mínimas de higiene y cuidado.
Es recomendable que, si decides acudir a esta terapia tradicional, sea con un profesional calificado, para que la experiencia sea exitosa y los riesgos de posibles infecciones, mínimos. Si ya has ido, no dudes en compartirlo con tus comentarios.
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